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CRIMEN Y SEGURIDAD

Por robarle un asado, hombre asesina a un perro frente a su dueño, un niño de 10 años

La perversidad del ser humano hacia los animales no conoce fronteras ni límites y prueba de esto es el caso de un hombre en Córdoba, Argentina, que asesinó de un balazo a una perrita de nombre ‘Kika’, simplemente por robarle su asado.

De hecho, el acusado nunca vio al animal comer de la carne en su parrilla; más bien asumió que la mascota de su vecino había sido la culpable porque se dio cuenta de que su asado no estaba completo.

El sujeto, identificado como Hugo Alberto Rojas Jutton, agarró a la perrita de raza mixta que andaba por la banqueta, la metió al jardín frontal de su casa y le dio un disparo. Todo esto sucedió frente al dueño de la mascota, un niño de 10 años que estaba jugando futbol en la calle con sus amigos.

Según medios locales, el señor Rojas todavía le dijo al niño “O me limpiás la sangre o me pagás el asado”.

El hecho aquí narrado sucedió el 26 de mayo del presente año. De acuerdo a la madre del menor, Ivana Mansilla, su hijo fue víctima de un shock, y hasta la fecha no ha logrado superar el trauma:

Mi hijo tiene pesadillas. Se quedó con el trauma de que nunca pudo ayudarla. No se olvida de su mirada. Mi hijo era recontra sano y a raíz de esto cambió muchísimo su personalidad. Ya no quiere vivir más en esta casa.

La señora Mansilla denunció a su vecino ante las autoridades argentinas. Esta semana recibió una multa de 300 mil pesos argentinos (lo que equivale a 150 mil pesos mexicanos) por daños materiales, morales y psicológicos.

El acusado también podría enfrentar una sentencia penal que va de 15 días a 3 años de cárcel por “infracción a la ley contra la crueldad animal, daño y amenazas.”

La madre lamenta profundamente la muerte de ‘Kika’, una perra que la familia adoptó. “Kika era rebuena, amaba a los chicos y la extraño un montón,” dijo la señora Mansilla. “La encontró abandonada mi marido, camino a Capilla de los Remedios, donde él tenía un taller. Nosotros nos separamos y la perra se vino con nosotros.”