En días recientes la Unión Europea ha causado controversia después de que se filtrara un documento interno en el que solicitaba usar un lenguaje inclusivo y no discriminatorio, siendo la recomendación de utilizar “felices fiestas”, en lugar de “feliz Navidad”, una de las que más polémica ha generado. Esta es la historia.
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En días recientes se filtró una guía interna de la Unión Europea con el cual se buscaba establecer directrices sobre comunicación inclusiva y no discriminante. Sin embargo, este hecho causó revuelo y múltiples críticas, razón por la cual la Comisaria de la Igualdad de la Unión Europea, Helena Dalli, tuvo la necesidad de expresarse sobre el tema.
A través de sus redes sociales, Dalli explicó:
“Mi iniciativa de redactar unas directrices como documento interno para la comunicación del personal de la Comisión en el ejercicio de sus funciones, pretendía alcanzar un objetivo importante: ilustrar la diversidad de la cultura europea y mostrar el carácter integrador de la Comisión Europea hacia todos los ámbitos de la vida y las creencias de los ciudadanos europeos”, detallo la comisaria.
Pese a dejar en claro sus intenciones con el documento interno, Dalli admitió que este “no cumple adecuadamente” su propósito y lo catalogó como “no maduro” y que “no cumple todas las normas de calidad de la comisión”, por lo que dichas directrices necesitan más trabajo y fueron retiradas. “Seguiré trabajando en este documento”, sentenció la comisaria.
Concern was raised with regards to some examples provided in the Guidelines on Inclusive Communication, which as is customary with such guidelines, is work in progress. We are looking into these concerns with the view of addressing them in an updated version of the guidelines. pic.twitter.com/90ZK8rpPb2
— Helena Dalli (@helenadalli) November 30, 2021
Entre otras recomendaciones que el documento establecía era el evitar referencias a “Jesús, María o José” y no utilizar en los discursos términos como “señoras y señores”, sino una frase más neutral, como “queridos colegas”.
Una de las voces más críticas de estas directrices o recomendaciones fue el Papa Francisco, quien las consideró un “anacronismo” o “laicismo aguado” y refirió que en la historia han existido “dictaduras que han intentado hacer esto, como el nazismo o comunismo”.
Sin embargo, el Papa Francisco también aseguró que no cree que esa haya sido la intención de la Unión Europea , pero pidió “estar atentos a estas cosas y respetar la singularidad de cada país”.
