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SALUD

Científicos encuentran la fuente de la eterna juventud

Unos nematodos transparentes de aproximadamente un milímetro de longitud pueden decirnos mucho sobre los mecanismos del cuerpo humano

Un reciente estudio de científicos estadounidenses y chinos publicado en Cell Reports sugiere que solo se necesitan unos pocos cambios genéticos simples para prolongar la vida útil de un gusano en un 500%.

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Este aumento representa mucho más de lo que se esperaba en aquella investigación, y sus autores piensan que resultados como estos podrían ayudarnos a comprender un poco mejor nuestro propio proceso de envejecimiento.

Participaron en la investigación el Laboratorio Biológico MDI de Maine en colaboración con el Instituto Buck para la Investigación sobre el Envejecimiento en Novato, California, y la Universidad de Nanjing en China.

“El aumento en la esperanza de vida sería el equivalente de una vida humana durante 400 o 500 años”, dijeron los autores del trabajo.

Eso es mucho más de lo que esperábamos, y los científicos que trabajan en el problema piensan que resultados como estos podrían ayudarnos a comprender un poco mejor nuestro propio proceso de envejecimiento.

Gusanos útiles

Los Caenorhabditis elegans, unos nematodos transparentes de aproximadamente un milímetro de longitud, pueden decirnos mucho sobre los mecanismos del cuerpo humano.

En comparación con los mamíferos, estos pequeños viven por solo dos o tres semanas, lo que los hace perfectos para estudiar a varios genes y rutas metabólicas compartidas con los humanos, a quienes les fueron traspasadas a través de la evolución.

Antes, por ejemplo, los científicos mostraron que alterar la insulina (IIS) en gusanos resulta en un incremento del 100% en su tiempo de vida; mientras que cambios en la vía TOR (objetivo de la rapamicina) resulta en un 30% del mismo incremento.

¿En qué consistió el estudio?

Ahora, el último estudio se las ha ingeniado para alterar los dos caminos simultáneamente resultando en un incremento 4 o 5 veces más grande que la suma de sus efectos separados (un incremento del 500%).

Los investigadores usaron un “doble mutante” en el que las rutas IIS y TOR fueron alteradas al mismo tiempo.

Un efecto sinérgico brutal

Los autores reconocieron extensión sinérgica fue brutal. “El efecto no es uno más uno es dos, sino que uno más uno es cinco”, dijo el biólogo molecular Jarod Rollins.

Estos resultados muestran que el envejecimiento no es simplemente el resultado de un gen individual o una que está actuando de forma independiente, pero sí una confluencia de redes todas trabajando en el largo plazo.

Los resultados podrían explicar por qué no se encontró hasta ahora un gen o vía celular que pueda otorgar mayor longenvidad a gusanos, humanos o cualquier otro animal.

¿Podría ayudar al envejecimiento humano?

Al realizarse las alteraciones, los autores descubrieron que su actividad transformadora funcionaba sinérgicamente, induciendo una respuesta en el estrés mitocondrial que promueve la longevidad.

Claro está, aún queda por ver si este mecanismo puede o no serle útil a los procesos humanos, pero para ello falta investigación.

Desafortunadamente, debido a nuestra larga vida, a los científicos les resulta bastante difícil estudiar nuestro propio envejecimiento (no es tan sencillo como ponernos jugar con nuestros genes a ver qué sucede), por lo que aún tenemos que confiar en animales pequeños como ratones, moscas y gusanos antes de pensar en los papeleos legales de probar cosas en personas.

El año pasado, un equipo de científicos extendió la vida útil de un ratón y disminuyó sus opciones de tener cáncer al extender sus telómeros.

Pese a las limitaciones científicas en la investigación del envejecimiento humano, tenemos avances: este año, un ensayo clínico sobre anti-envejecimiento en personas probará la metformina, un tratamiento ampliamente usado en la diabetes 2 que tiene el potencial de retrasar la aparición de enfermedades relacionadas con la edad como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y el Alzhéimer.

Acaso esta nueva investigación en el C. elegans abra puertas a ensayo similares en el futuro. Pero Hermann Haller, presidente del Laboratorio MDI, dice que aún no se sabe cómo estas rutas del envejecimiento interactúan.

“Aprendiendo a caracterizar estas interacciones, nuestros científicos trabajan hacia terapias que incrementarán el tiempo de vida saludable de una población que envejece rápidamente”.

Con información de N+1.

LLH