Por al menos 40 años, una caja fuerte estuvo cerrada sin que nadie pudiera desbloquearla, pero un turista lo logró en cuestión de segundos.
Por todo este tiempo, el Museo Vermilion Heritage de Alberta, Canadá, intentó todo lo que estaba a su alcance para desbloquear la vieja caja de seguridad, escondida en su sótano.
Según información de CNN, el museo contrató a herreros, llamó al fabricante, contactó a exempleados y desafió a los asistentes a jugar con la caja fuerte, pero nadie tuvo éxito.
De pronto y para asombro de todos, un visitante del museo Vermilion Heritage descifró el código en su primer intento.
Stephen Mills, habitante de la ciudad Fort McMurray de Alberta, estaba en un viaje de campamento familiar con su esposa, sus dos hijos y su suegro.
Mills y su familia querían “ver lo que la comunidad tiene para ofrecer” y en esa ocasión, “el museo fue cerrado el día que estuvimos allí, pero logramos localizar a uno de los voluntarios, Tom Kibblewhite, quien lo abrió y nos mostró los alrededores”.
Stephen Mills fue quien abrió la caja fuerte. (CNN)
Después de hacer un recorrido por todo el edificio, el voluntario procedió a mostrarles los objetos en el sótano, incluida la misteriosa caja fuerte.
Originalmente había pertenecido al hotel Brunswick de la ciudad, que abrió sus puertas a principios de 1900, explicó Kibblewhite. Cuando el hotel cerró, a fines de la década de 1970, la caja fuerte estaba cerrada con llave y así permaneció.
Era como una cápsula del tiempo, nadie tenía idea de lo que había allí”, mencionó Mills.
Entonces, Stephen Mills puso su oído en la caja fuerte, “como se ve en las películas”, apuntó, mientras sus dos hijos, de cuatro y seis años de edad, estaban de pie junto a él.
Vio que los números de la caja fuerte iban del 0 al 60, “Así que pensé en mi cabeza 20-40-60. Hice una combinación particular que es tres a la derecha, dos a la izquierda y uno a la derecha… ¡y se abrió!”.
Stephen Mills estaba acompañado de su familia cuando abrió la caja fuerte. (CNN)
Fue una suposición al 100%”, afirmó. “Me quedé completamente sorprendido. Retrocedí un poco y pensé: ‘¡Voy a comprar un boleto de lotería esta noche!’”.
El contenido de la caja fuerte resultó un poco decepcionante. “Desafortunadamente no había lo que pensábamos que estaba allí”, señaló Mills.
En la caja fuerte había “algunos papeles, cheques viejos, una libreta de camarera y un recibo del hotel, eso es todo”, comentó.
Todos los documentos se remontan a 1977 y 1978.
No obstante, Mills dijo que todos estaban muy entusiasmados con el afortunado acierto. “Mis hijos siguieron gritando ‘¡hemos descubierto el código! ¡Hemos descubierto el código!’”, relató.
Con información de CNN.
RMT
