Una turba enardecida mató a tres personas en Ecuador: las lincharon por un rumor.
Una enorme turba enardecida atacó una estación de Policía en Posorja, Guayaquil, Ecuador, para sacar a tres personas que estaban ahí presas y lincharlas. Los tres detenidos habían sido puestos a disposición de las autoridades por robar 200 dólares y un celular… pero la multitud creyó, por un rumor, que estaban secuestrando niños.
Este simple rumor corrió como fuego y, pronto, una multitud furiosa estaba atacando la estación de policía. En un comunicado la institución de orden público ecuatoriana declaró:
“Estos hechos ocurrieron tras la denuncia que realizaron dos mujeres jóvenes que estaban con sus hijos y que fueron víctimas de un robo tipo estafa. La Policía los detuvo, los trasladó a la UPC (unidad de Policía) para levantar el respectivo parte policial y hacer los exámenes médicos como dispone la ley, para luego trasladarlos a la Unidad de Flagrancia de Playas. Sin embargo, al poco tiempo llegaron pobladores furibundos y a pesar de las explicaciones de la Policía de que no se trataba de un intento de secuestro a niños, no se logró disuadirlos.
La turba entró a la estación de policía, sacó a los tres detenidos y los golpeó hasta matarlos. También detruyeron toda la comisaría y comenzaron a quemar vehículos. En total prendieron fuego a una patrulla, un taxi y 5 motos.
Mientras los fiscales intentan hacer maromas legales para encontrar a responsables en medio de una turba anónima, la policía local ha pedido a la población que no se dejen llevar por rumores. El Ministerio del Interior secundó este llamado.
Este caso nos parece tan conocido por la frecuencia con que ocurre en nuestro país. Solamente hace ocho días policías de Puebla evitaron que cinco presuntos delincuentes fueran linchados en el municipio de los Reyes de Juárez. Dos días antes, el 8 de octubre, policías evitaron un linchamiento en la Gustavo A. Madero cuando comerciantes de la colonia San Felipe de Jesús intentaron linchar a dos presuntos asaltante que minutos antes habían intentado asaltar un microbús.
La lista de casos parecidos se acumula. Y todo esto se agrava cuando los linchamientos se originan por rumores infundados o, como también ha sucedido en la India, por mensajes falsos de Whatsapp.
En cualquier caso, estos horribles fenómenos plantean preguntas incómodas: ¿Por qué nos estamos acostumbrando a este fenómeno? ¿Qué es lo que provoca su recurreincia? ¿Qué ausencia están supliendo tanta violencia espontánea?
Con información de CNN.
