Tricotilomanía, la enfermedad con la que no puedes evitar arrancarte el cabello: causas, definición, síntomas y tratamiento.
La tricotilomanía afecta del 0.6% al 3.6% de la población mundial y se le relaciona con trastornos como la ansiedad.
En las personas que la sufren, provoca una necesidad casi insaciable de arrancarse el cabello.
Algunas personas incluso llevan años arrancándose el cabello, quedando virtualmente calvas por el daño provocado a su cuero cabelludo.
La tricotilomanía se activa y se vuelve casi incontrolable en momentos en los que los niveles de estrés se disparan.
Karina de Assis, una universitaria de 23 años de edad, indicó a la BBC de Brasil, que cuando pasa por un momento complicado y se encuentra sola, se arranca parte del cabello incluso sin darse cuenta.
“Cuando veo, tengo un mechón de pelo en mi mano,” indica la joven que desde la infancia, se arranca el cabello. “Me di cuenta que hacer eso me causaba cierto alivio, por lo que ya no pude detenerme”.
Especialistas de todo el mundo coinciden en que la tricotilomanía se desarrolla cuando los pacientes atraviesan situaciones emocionales “difíciles”.
Quienes sufren esta enfermedad sienten un alivio de estrés momentáneo al arrancar sus cabellos, pero olvidan que ese abuso al cuero cabelludo podría tener consecuencias permanentes.
A pesar de que los casos de tricotilomanía no son tan escasos y que se han documentado bien, la ciencia médica aún no conoce bien las causas de esta enfermedad.
Se cree que la tricotilomanía se relaciona con otros cuadros psiquiátricos, como ansiedad, el trastorno obsesivo compulsivo o el trastorno de excoriación, que es cuando una persona se rasca compulsivamente la piel hasta hacerse daño.
De la población que sufre de esta enfermedad, entre 75% y 90% de los casos son reportados en mujeres.
Aún no se sabe porqué a este género le afecta más la tricotilomanía, pero se cree que es porque ellas suelen acudir más al médico por la incomodidad de sienten al darse cuenta del daño que provocaron a su cabello.
Como algunos hombres con esta enfermedad no acuden al doctor, sus casos no son tan bien documentados y por ello la estadística se inclina más hacia las pacientes femeninas.
Se recomienda acudir a un especialista para que se defina un tratamiento adecuado para controlar esta enfermedad.
