Una de las mayores sorpresas que se han llevado los televidentes en los Juegos Olímpicos es la extraña ausencia de Rusia. Por supuesto, los deportistas rusos han acudido, pero no portan ni la bandera, ni el nombre de su país; ni siquiera pueden cantar su himno si ganan. Te explicamos a qué se debe esta inédita situación ocurrida tanto en Tokyo 2020 como en los Juegos Olímpicos de Inverno Beijing 2022.
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Rusia siempre ha sido una potencia deportiva, capaz de colarse con facilidad en los primeros puestos del medallero olímpico. Sin embargo, durante el desfile inaugural, Rusia llamó la atención no por el enorme número de deportistas sino por la ausencia de su bandera.
En lugar de portar el emblema tricolor, los deportistas rusos llevaban una bandera especial con los cinco anillos de los Juegos Olímpicos y el escudo del comité ruso. Esta situación se ha extendido a las competencias, donde los uniformes no dicen el nombre del país sino el de Comité Olímpico Ruso (ROC, por sus siglas en inglés).
El 9 de diciembre de 2019, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) decidió suspender al Comité Olímpico Ruso y recomendó su exclusión de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 debido al sistema planificado de dopaje en el que se vio involucrado. Sin embargo el COI permitió la participación de atletas de nacionalidad rusa que no hubieran estado involucrados en ese sistema y que demostraron haber superado controles antidopaje independientes.
(Imagen: EFE)
Tras una apelación, el país consiguió que el castigo se redujera a solamente dos años y una multa de más de 6 millones de dólares. De modo que, en rigor, Rusia no está participando oficialmente en Beijing 2022; quienes sí tienen permitido participar son los jugadores de forma independiente.
Por ello, para poder agruparlos, todos compiten bajo el acrónimo de ROC. Ni siquiera los uniformes de entrenamiento tienen alguna referencia a la bandera o el nombre del país.
En cuanto al himno nacional, Rusia consiguió que el Comité Olímpico Internacional les diera permiso de usar un fragmento del Concierto no.1 para piano del compositor Pyotr Ilyich Tchaikovsky. Esta es una de las piezas de música clásica más famosas de todos los tiempos.
