Los recientes sismos en California, Estados Unidos, despiertan el temor de que el terremoto “Big One” esté cerca, pero qué es; aquí te explicamos.
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Varios sismos han sacudido California recientemente, dos de ellos de magnitudes 7.1 y 6.4 grados.
El epicentro del sismo de 6.4 grados se registró en los alrededores de Ridgecrest, una ciudad de unos 29 mil habitantes situada a 250 kilómetros al norte de Los Angeles y que ya fue el punto de origen del conocido como “terremoto del 4 de julio”, ya que ese sismo coincidió con el Día de la Independencia de Estados Unidos.
Tras varios años de “sequía” de sismos y ausencia de temblores de importancia en California, esta serie de movimientos telúricos es uno de las peores que ha visto en las últimas décadas este estado que tiene una elevada actividad sísmica y que está atravesado, entre otras, por la falla de San Andrés, a pesar de que ninguno de los sismos registrado está relacionado con la falla.
El sismo más trágico de la historia reciente y que todavía permanece en la memoria de muchos californianos fue el de 1994 en Northridge, de 6.7 grados y en la zona metropolitana de Los Angeles, que dejó 57 muertos, miles de heridos y numerosos daños materiales.
Las autoridades y expertos en sismos llevan mucho tiempo alertando sobre el “Big One”, que es como se conoce a un hipotético y posible gran terremoto que se originaría en la falla de San Andrés y que podría tener gravísimas consecuencias en California.
¿Qué es el “Big One”?
La frase “Big One” se puede traducir como “el grande”; o sea que se refiere a un sismo de gran magnitud, a un terremoto.
Lucy Jones, sismóloga del Instituto Tecnológico de California (Caltech), explicó que en California se usa “el término “Big One” para referirnos a un terremoto muy grande en la falla de San Andrés, un evento de magnitud 7.8 u 8″.
Sin embargo, el periodista Jacob Margolis, presentador de un podcast llamado The Big One, aclaró a BBC Mundo que “‘Big One quiere decir que no solo debemos considerar la magnitud del terremoto, sino el nivel de daño“.
Grandes ciudades como Los Angeles, San Francisco y San Bernardino fueron construidas en las cercanías de la activa e imponente falla de San Andrés, que recorre California de norte a sur a lo largo de mil 300 kilómetros y delimita la placa norteamericana de la placa del Pacífico.
La falla de San Andrés es una de las más estudiadas del planeta ya que en su práctica totalidad se encuentra sobre la superficie terrestre. Fue la causante del terremoto de magnitud de 7.8 que destruyó gran parte de San Francisco en 1906, provocando la muerte de más de tres mil personas.
A los científicos les preocupa específicamente la sección sur de la falla de San Andrés pues, según estimaciones, lleva demasiado tiempo sin descargar cantidades grandes de energía.
Estudios geológicos muestran que en los últimos mil 500 a mil 400 años han ocurrido grandes terremotos con una periodicidad de unos 150 años en la sección sur de la falla.
El sismo más grande ocurrido en esa región fue en 1857, por lo que esa zona se considera un lugar probable para la ocurrencia de un fuerte terremoto en las próximas décadas. Sin embargo, los sismólogos aclararon que no tienen manera de anticipar cuándo ocurrirá.
Si un terremoto de 7.8 ocurriera, tendría un impacto directo en Los Angeles, la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos, donde cerca de dos mil personas morirían, habría más de 50 mil heridos y lo daños materiales superarían los 200 mil millones de dólares, según los cálculos más conservadores.
Con información de EFE y BBC.
RMT
