En Nicaragua las protestas han cobrado su víctima más joven, apenas tenía 15 años.
Las protestas en Nicaragua han dejado al menos 43 personas fallecidas, además de 100 ciudadanos heridos y desaparecidos, según datos del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cendih). De los muertos, el menor era apenas un adolescente. Según se reporta murió mientras apoyaba a los universitarios que luchan contra el gobierno de Daniel Ortega.
Su nombre era Álvaro Manuel Conrado Dávila y nació en el año 2003. La madre del hoy difunto declaró que su hijo estaba apoyando a los estudiantes en el enfrentamiento contra la policía.
Según la madre, Álvaro Manuel no incurrió en ninguna actividad violenta, ni siquiera estaba armado o tirando piedras; por el contrario, apoyaba al estudiantado acarreando agua de un lado a otro.
Se comenta que el joven era un estudiante destacado, interesado en la música y el deporte, además de que a su temprana edad ya se interesaba en las luchas sociales. Era un chico pacífico, honesto, dispuesto a ayudar a los demás. Incluso soñaba con ser abogado para poder defender a los oprimidos. De ahí que se interesara en las propuestas en Nicaragua. Álvaro Manuel les preguntaba a sus padres sobre las causas de lo que estaba pasando en las calles.
Es por ello que, sin el permiso de sus padres, decidió asistir a las protestas a apoyar a los manifestantes. Lo último que supieron los padres de Álvaro Manuel es que el joven había muerto, abatido por una bala en el cuello.
“Yo nada más digo: ¿por qué tan pronto?, ¿por qué tan chiquito, ¿por qué no pasé más tiempo con él?”, lamentó la madre.
Los vecinos no tenían más que buenos comentarios sobre el joven recientemente asesinado.
“Le encantaba decirte las cosas, lo que él sentía; no le gustaba la injusticia”.
En abril iniciaron las protestas debido a las reformas que el gobierno hizo a la ley del seguro social. Lejos de disminuir, la inconformidad ha escalado. Actualmente se pide la destitución del presidente Daniel Ortega.
En respuesta, el gobierno ha buscado entablar un diálogo que no se ha podido concretar. Sin embargo, las autoridades aseguran que se ha logrado preservar la calma y la seguridad. Mientras tanto, la madre pide justicia, que alguien pague: “porque mi hijo no era un perro”, lamentó.
Vía CNN en Español
