Un taxista se habría negado a llevar a un niño pequeño al hospital porque su padre no usaba cubrebocas. El incidente ocurrió en Inglaterra y ha generado una gran polémica.
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Louis Robertson, de año y medio, mostró problemas de salud el pasado 6 de enero. Su cara se hinchó y sus ojos empezaron a arrojar pus. Sus padres decidieron llevarlo al hospital porque les informaron que la ambulancia tardaría entre 8 y 10 horas.
Su padre, Joseph Robertson de 25 años de edad, declaró a medios locales que sufre de ansiedad y ataques de pánico, lo que le acelera el ritmo cardíaco, y por ello cuenta con una tarjeta de exención médica para no usar cubrebocas.
Sin embargo, el taxista insistió que tenía que usar cubrebocas dentro del vehículo, y dado que no cedió, el conductor canceló el viaje.
Se envió otro automóvil, pero la familia terminó por pedir un Uber, cuyo conductor no tuvo ningún problema con la exención y permitió que viajara sin cubrebocas.
El niño fue llevado al hospital, donde le diagnosticaron conjuntivitis y le administraron antibióticos para controlar los síntomas.
“Estoy muy sorprendido de que un tipo pueda rechazarme a mí ya mi hijo de 18 meses, y otro puede aceptarme. Me siento decepcionado y, afortunadamente, solo fue conjuntivitis y no fue mucho peor“, declaró Robertson a NorthantsLive. “Si alguien me rechaza, me hace preguntarme quién más está siendo rechazado, ya que podría haber alguien más en una posición peor que necesite ayuda“.
Aunque los cubrebocas no son obligatorios en los taxis, la gran mayoría de las compañías han emitido una guía para los conductores, instándolos a solicitar que los pasajeros los usen.
El gobierno del Reino Unido también ha aconsejado a los pasajeros que usen cubrebocas en los vehículos privados debido al espacio cerrado del automóvil.