Una mujer de Detroit se realizó un tatuaje de cejas semipermanente por sólo 250 dólares (cuando el precio más común va de 700 a 800 billetes verdes). Lo que en principio parecía una buena ganga, a los pocos días se había materializado en hinzachón y dolor en el área superior de los párpados.
Tras llegar al departamento de urgencias de un hospital general, la mujer recibió un tratamiento de antibióticos y esteroides para la inflamación. Después de tres días su estado de salud mejoró. El cuerpo médico espera que la mujer no sufra daños permanentes pero, de haber llegado algún tiempo después, el tejido de sus senos paranasales se hubiera dañado.
El dermatólogo Stephen Gretkin explicó que probablemente el daño tuvo como origen una reacción alérgica a los componentes de la tinta o al material usado para hacer el tatuaje, aunque también es probable que se haya debido a una mala higiene tras el procedimiento.
La micropigmentación es un proceso ligeramente distinto al que se usa en los tatuajes permanentes porque dura menos tiempo y se hace a nivel más superficial. Sin embargo, de todos modos se corren algunos riesgos. Durante el procedimiento, el especialista utiliza una aguja muy delgada para crear cortes y rellenarlos de tinta. Debido a la sensibilidad de la cara, en algunos lugares se emplea anestesia local para dibujar las cejas.
Este procedimiento estético se popularizó hace algunos años por los beneficios que tiene para sus usuarios: permite acortar el tiempo dedicado al maquillaje facial, solucionar la falta natural de simetría entre las cejas y darle fuerza a la expresión de los ojos.
Laa micropigmentación es un tatuaje semipermantente y puede durar en la piel entre uno y tres años, dependiendo del tipo piel y los cuidados que el usuario tenga. Las agujas usadas en tatuajes temporales pueden alcanzar una profundidad de 2 mm, mientras que las que se emplean para la micropigmentación entran sólo .2 o .5 mm en la piel.
Para tratar la piel de la cara es recomendable usar pigmentos hipoalergénicos, hechos a base de aceite y no de alcohol. En teoría, esto hace que el proceso sea más seguro que un tatuaje regular. Sin embargo, además de investigar los métodos y utensilios empleados, es importante tener referencias confiables del lugar donde se va a realizar el procedimiento para correr los menores riesgos posibles. Y, sobre todo, ante cualquier irregularidad, lo mejor es siempre consultar a un especialista médico.
