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ECOLOGíA

Soldado ruso vive como ermitaño en Siberia desde hace 28 años

Un soldado del Ejército Rojo que desapareció en los meses previos al colapso de la Unión Soviética fue encontrado viviendo como un ermitaño en la región más fría del mundo.

Timofey Menshikov se aisló de la civilización en 1991 con el objetivo de dejar atrás el vodka, alejarse de los desencuentros familiares y evitar tener que adaptarse a un trabajo convencional en la ciudad.

Fue un videoblogger llamado Oles Geraymovich quien docmentó recientemente la historia de Menshikov, quien parece vivir satisfecho con su particular forma de vida.

Su aspecto es de un hombre delgado, con barba abundante, que vive en una choza de madera hecha por sí mismo en un terreno salvaje cerca del Círculo Polar Ártico, a unos 850 kilómetros de la ciudad más fría del mundo, Yakutsk.

Yakutsk se encuentra a las orillas del río Lena, el onceavo más largo del mundo (GMaps)

En esta zona de la región de Siberia, las temperaturas pueden caer por debajo de los -15 grados centígrados, por lo que depende de una estufa de leña y madera para sobrevivir. Sin embargo, en verano la región puede alcanzar una calurosa temperatura de de 35 grados.

Cuando Oles Geraymovich le preguntó sobre las razones que lo orillaron a dejar la civilización, dijo: “¿De qué me fui? Del vodka, para ser honesto contigo”.

El ex paracaidista quería escapar de la vida moderna y su posible adicción con el vodka por lo que tomó la drástica decisión de alejarse de la civilización en 1991, cuando vivía en Nyurba.

Timofey vive en una tierra salvaje cerca del ártico y a unos 850 kilómetros al norte de Yakutsk, considerada la ciudad más fría del mundo (YouTube)

En este ambiente inhóspito, el solitario de 58 años sobrevive cazando y pescando, como lo ha hecho desde que se retiró de la civilización a pesar de sufrir un problema de cadera.

No se siente solo

Su hogar huele a fuego de leña y pescado ahumado, y tiene una cama pequeña. Es minúsculo, alrededor de dos metros cuadrados, y su chimenea está cubierta de revestimiento para mantener el calor en el interior.

Menshikov también depende de entregas ocasionales de té, aceite y harina de cazadores que se aventuran en su dirección y lo ayudan a sobrevivir, pero en 2018 “algo salió mal” y nada le alcanzó, dijo. Sin embargo, fue optimista.

Tiene un gato y dos perros como compañía, además de no requerir de un teléfono ni pagar impuestos o multas.

¿Qué más necesito aquí en la taiga? Té, aceite, harina. Todo lo demás está corriendo por allí, voy y lo atrapo”, comentó.

Además, tiene un bote que utiliza en verano para pescar en el cercano río Lena, el onceavo más largo del mundo.

Timofey no vive solo, pues tiene dos perros y un gato en su choza (YouTube)

En búsqueda de una reunión familiar

El exsoldado contó a Geraymovich que sus padres murieron cuando tenía ocho años, tras lo cual fue a un orfanato con sus dos hermanas

En 1979, Timofey fue reclutado en las fuerzas de asalto aéreo soviéticas. Después del servicio militar, regresó a su ciudad natal de Sangar, con la esperanza de encontrar a sus hermanas y un hermano menor, pero no logró localizarlos.

Después de esta experiencia, quedó ‘quebrado’ y ‘perdió la esperanza’. Trató de seguir su vida y tuvo una relación amorosa que no perduró, aunque tuvo una hija cuyo marido lo visita ocasionalmente.

Timofey Menshikov sonríe hacia el horizonte durante la videoentrevist con Geraymovhich (YouTube)

Después de que Oles publicara su historia, el hermano menor de Timofey, Anatoly, le escribió una carta explicándole que desde hace varios años estaba buscando a su hermano, incluso llegó a pensar que ya no vivía.

En la carta detalló que lo habían separado de sus otros tres hermanos que fueron enviados a un orfanato. “Nos obligaron a separarnos”, dijo, explicando que fue criado por un tío.

Ahora todos esperan una reunión familiar después de tantos años sin verse.

Con informacion de Oles Geraymovich