Diversos países a lo largo del mundo están levantando el aislamiento social y regresando a sus actividades cotidianas tras la contingencia, sin embargo, algunas personas están teniendo problemas para salir a las calles manifestando el ‘síndrome de la cabaña‘ que a continuación detallamos.
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Pese a no ser una patología, el síndrome de la cabaña está afectando a todos aquellos que tuvieron problemas para adaptarse a los cambios provocados por la pandemia de COVID-19, derivada del coronavirus SARS-CoV-2.
En un intento por regresar a sus vidas rutinarias, estas personas encuentran que no les resulta tan fácil como lo habría parecido el ‘recuperar sus vidas’, pues un miedo irracional, que incluso se acerca al pánico, les impide salir de sus hogares.
Las razones por las que esta emoción se gesta son muchas, y van desde un miedo a salir de la zona de confort, hasta el terror por contagiarse de covid y tener que enfrentar así un escenario desagradable.
“Este “síndrome” tiene más que ver con si sufrimos ansiedad, o incluso agorafobia, tiene más relevancia nuestra entereza y capacidad de resiliencia que el haber vivido experiencias negativas durante la cuarentena relacionadas con el virus” explica el psicólogo Miguel Ángel Rizaldos.
Por consiguiente, aquellas personas que viven solas o hayan pasado la contingencia sin mayor interacción con el resto del mundo, podrían agravarse los síntomas como la irritabilidad, el pánico o el miedo.
Como lo señala Sheila Estévez Vallejo para ABC: “Al tener que mantener un protocolo de “no contacto”, no podemos ser nosotros mismos (muchas veces acostumbrados a relaciones sociales en las que los besos y abrazos tienen mucho protagonismo), “con lo cual elegimos quedarnos en casa como la vía de escape ante la ansiedad, o lo que es lo mismo retroalimentamos el síndrome de la cabaña”.
Este no afecta a una población específica, pudiendo manifestarse en mujeres, hombres, niños y adultos mayores de todos los estragos sociales y edades.
¿Qué hacer y cómo enfrentar el Síndrome de la Cabaña?
La mejor forma de vencer un miedo es enfrentándolo, y en este proceso, el primer paso es el de reconocer que se tiene temor a un escenario específico. Después este podrá analizarse y así, finalmente, dejarse de lado.
La emoción de miedo, al igual que la ansiedad, irán pasando a medida que la persona que presenta el Síndrome de la Cabaña vaya retomando sus actividades de forma paulatina, y cabe destacar que es recomendable no aislarse por completo de actividades y personas que en ella generaban un efecto positivo.
Gracias a las telecomunicaciones, tener contacto con el mundo exterior -aún se guarde una cuarentena- es posible, y de la misma forma mantener nuestra menta ocupada es una clave fundamental para el manejo correcto de nuestras emociones.
Para Miguel Ángel Rizaldos, “cada uno tenemos nuestros tiempos, ello disminuirá la ansiedad, el estrés y la frustración que conllevaría hacerlo sin sentirse preparado o siguiendo el ritmo de los demás”, lo que significa que una vez que comulguemos con nuestros temores, estos irán desapareciendo para permitirnos seguir con nuestro camino.
