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SALUD

¿Sexo sin ‘final feliz’? Te explicamos qué es el sexo tántrico

La idea de sexo tántritico va mucho más allá de sólo durar mucho durante las relaciones sexuales sin llegar al orgasmo. De hecho, el sexo tántrico se trata más bien de conexión con tu pareja y consciencia sobre tu cuerpo, el de la otra persona, y lo que están sintiendo.

El sexo tántrico es una parte del tantra. Esta palabra, derivada del antiguo sánscrito, significa “red” o “tejer energía” y el tantra es “una de las escrituras hindúes o budistas que trata especialmente de técnicas y rituales que incluyen prácticas meditativas y sexuales”, de acuerdo con el diccionario Weber.

Cortesía imagen: Pixabay

Así, en la práctica, el tantra se trata de la iluminación: trascender tanto el plano sexual como el espiritual al participar en relaciones sexuales profundamente meditativas, espontáneas e íntimas. 

Algunos sexólogos definen el sexo tántrico como una forma de meditación sexual en la que se anima a las parejas a explorar sus sensaciones más profundas durante el sexo. Así, el sexo tántrico te permite conectarte con tu pareja de una manera más espiritual y consciente, y su objetivo final es la relajación y la tranquilidad.

Beneficios del sexo tántrico

El sexo tántrico te permite sentirlo todo junto con tu compañero, tanto física, como mental y emocionalmente, por lo que es increíblemente íntimo, podría ayudarte a fortalecer tu relación y te brinda estos beneficios.

  • Mejora tu resistencia sexual
  • Reduce la ansiedad por el desempeño
  • Mejora la calidad de tus orgasmos
  • Alivia el dolor y se puede utilizar como alivio del estrés
  • Mejora el sueño
  • Cura bloqueos emocionales y despertares espirituales

En cuanto a la práctica, los tres pilares a seguir en el sexo tántrico son la atención, el movimiento y la respiración. El primero trata de prestar atención con tus sentidos a cada detalle durante el sexo, desde sentir la calidez de tu pareja, hasta percibir todos los sonidos que ambos hacen.

El movimiento consiste más en permitirlo, que controlarlo. Es decir, suelta el pensamiento que te dicta cómo deberías estarte moviendo y simplemente deja al cuerpo entregarse a los movimientos del sexo. Por último, respiraciones prolongadas y profundas acompañadas de un contacto visual te ayudarán a experimentar niveles más fuertes de placer.