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SALUD

¿Sexo joven? Toma en cuenta estos consejos

Tener sexo joven es una decisión personal, pero entre más informado estés, más confiado te sentirás al momento de tomarla, pues el inicio de la actividad sexual a una edad temprana, o tardía, puede tener efectos de corto, mediano o largo plazo en tu vida y en tu desarrollo como persona.

Por ejemplo, entre las consecuencias de corto o mediano plazo del sexo joven, la mayoría de los adolescentes que lo practican sin protección sufre un deterioro en la escuela, causado por un embarazo o a infecciones de transmisión sexual (ITS), por lo que conocer los riesgos asociados con la actividad sexual y las diferentes formas de evitarlos es primordial.

Sexo joven, cómo hacerlo

Puede que no tengas claro si quieres o no tener sexo joven, pero tal vez puedes hacerte estas preguntas antes de decidir que estás listo para tener relaciones sexuales en general:

  • ¿Quiero tener sexo por mí o porque alguien más u otras personas esperan que lo haga?
  • ¿Con quién quiero tener sexo? 
  • ¿Conozco los riesgos? 
  • ¿Conoce todos los datos sobre el embarazo y las ITS?
  • ¿Tengo formas de limitar estos riesgos? 
  • ¿Estoy preparado para lidiar con las consecuencias no deseadas del sexo, en caso de que ocurran? 
  • ¿Me siento cómodo comunicando mis sentimientos, expectativas, preferencias y preocupaciones sobre el sexo con otra persona? 
  • ¿Me siento lo suficientemente cómodo con mi cuerpo como para mostrarlo a otra persona y lo toque? 
  • ¿Cómo encaja esta decisión con lo que creo y valoro?
  • ¿Tener relaciones sexuales puede distraerme de mis otros intereses y objetivos?
  • ¿Tengo acceso a servicios de salud reproductiva? 

Una vez que puedes responderte estas preguntas, también es importante mencionar que la otra persona con la que lo decidas también debe poder contestarlas. Hay muchas otras preguntas importantes que hacerse con respecto a la preparación sexual, porque para una toma de decisiones saludable se requiere de tiempo y reflexión. 

Por último, antes de decidirlo también puedes imaginar qué pasaría si no consideraras estas preguntas, por ejemplo, si no has pensado en si te sientes cómodo o no hablando de sexo y resulta que no, es posible que te encuentres en el calor del momento y no sepas cómo hablar sobre el uso de condón, tu historia sexual, tus límites, lo que te gusta… 

Hacer y responder a todas estas preguntas, tanto en relación con la preparación general como específica, te ayudará tanto a ti como a tus posibles parejas a estar seguros física y emocionalmente.