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FAMILIA

Segundos hijos son más propensos a tener mal comportamiento: Estudio

La creencia de que los primogénitos son más obedientes y centrados; y los hijos sucesivos, más rebeldes, podría tener algo de cierto, según revela un estudio realizado en el 2017.

Para el trabajo de investigación del Massachusetts Institute of Technology (MIT), se examinaron los expedientes académicos de escuelas públicas de estudiantes de Estados Unidos y el Registro Criminal de personas en Dinamarca.

Las estadísticas derivadas del trabajo arrojaron resultados interesantes: en Dinamarca, los segundos hermanos presentan más problemas de conducta, tales como hiperactividad; mientras que hay un 40 por ciento más de los varones segundos hijos en la cárcel que los primogénitos. Además, en Florida, son castigados un 29 por ciento más en la escuela que los mayores.

“En familias con dos o más hijos, los niños nacidos en segundo lugar son entre un 20 por ciento y un 40 por ciento más propensos a ser castigados en la escuela e ingresar el sistema de justicia penal en comparación con los primogénitos”, se lee en el estudio del 2017.

Los hijos reciben tratos diferentes

De acuerdo con los expertos, las diferencias en los comportamientos de los hijos se pueden deber al trato que reciben de los padres. Con los primeros hijos son más exigentes, mientras que con los demás el trato es más relajado.

“Cuando somos primerizos, los padres sentimos más miedo a que le pase algo a nuestro hijo, queremos tenerlo todo más controlado, somos más inflexibles; con el segundo, cuando hemos visto que al mayor no le ha pasado nada, nos permitimos ser más flexibles. La experiencia facilita ese grado de flexibilidad”, dice Silvia Álava.

Es común que los padres traten durante más tiempo a los hijos menores como bebés.

“Eso es un riesgo, porque la sobreprotección es un enemigo para el desarrollo de competencias emocionales”, señala psicóloga.

A lo anterior se agrega el factor económico. Hay una correlación negativa entre el número de hijos y el nivel económico de los padres. Entre más hijos hay en la familia, menos recursos le corresponden a cada quien, y eso genera un entorno hostil.

Además, con los hijos sucesivos, los padres son mayores y las energías son menos. “No es lo mismo tener un hijo a una determinada edad que a otra”.

“¿Por qué no eres como tu hermano mayor?”

Aquellos que nacen más tarde toman como referentes a los hermanos mayores, quienes se benefician de su papel de modelo a seguir, refuerza su confianza y predisposición al liderazgo.

“Si te conviertes en ejemplo de algo, te haces responsable. Y en lo que hacemos responsable al mayor, el pequeño elude ciertas tareas”, dice Álava.

¿Qué hay con los hijos medianos?

Los hijos de en medio son menos concienzudos y religiosos, con un rendimiento escolar más bajo, son más impulsivos y están más abiertos a la fantasía, según un estudio de la Universidad Católica de Louvain, en Bélgica.

En el trabajo de investigación en el que se analizaron a 122 adultos también se dice que los hermanos menores son más simpáticos y cálidos.

No obstante lo anterior, un estudio de la Universidad de Wisconsin, publicado en la revista Personality and Individual Differences, señala que “el orden de nacimiento no tiene efectos perdurables sobre la personalidad”.

“El ambiente, lo que vivimos, está filtrado siempre por la genética: cómo lo vivimos. No puede decirse que haya unos rasgos generales en los hermanos segundos”, advierte Silvia Álava.

Con información de El País