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SALUD

El secreto de los japoneses para estar tan delgados

A pesar de que sus habitantes tienen una dieta rica en hidratos de carbono, Japón tiene la segunda esperanza de vida más alta del mundo y una tasa de obesidad de sólo el 3%.

Cuando una persona busca perder peso uno de los primeros consejos que recibe es dejar de consumir harinas y disminuir la ingesta de carbohidratos, sin embargo, la dieta de los japoneses es rica en este grupo alimenticio (uno de los más satanizados) por comer bastante arroz y fideo.

Entonces ¿cuál es el secreto de los japoneses para estar saludables y tener una figura estilizada?

Un estudio realizado por el Centro Nacional de Salud Global y Medicina de Tokio que fue publicado en la revista BMJ demostró que si alguien adopta el estilo de alimentación nipona tiene 15% menos probabilidades de morir en comparación con quienes no llevan esta dieta.

El estudio contó con la participación de 80 mil personas, quienes respondieron un cuestionario sobre su estilo de vida y alimentación. Además se hizo un seguimiento a su salud durante 15 días, midiendo factores como sexo, edad, actividad física, tabaquismo e índice de masa muscular, así como el historial de diabetes, hipertensión y dislipidemia.

Al termino de este período se encontró que una cuarta parte de los participantes, justamente aquellos que tenían una dieta bajo los lineamientos japoneses, presentaban menor riesgo de morir.

Más hidratos, menos grasa

James DiNicolantonio, científico de investigación cardiovascular en el St. Luke’s Mid America Heart Institute reconoció que la dieta rica en hidratos de los japoneses funciona por factores como:

  • Calidad de la comida
  • Cantidades pequeñas que se consumen
  • Nivel de actividad (el japonés promedio camina más de 7 mil pasos al día).

DiNicolantonio también mencionó que un gran porcentaje de los japoneses puede librarse de las enfermedades metabólicas y de la obesidad gracias a la combinación de los macronutrientes que comen:

Combinar un alto consumo de carbohidratos y grasas es la tormenta perfecta para la obesidad (…) Los japoneses tienden a comer muchos hidratos (arroz y verduras), pero pocas grasas”

Recordó que los japoneses casi no comen alimentos procesados, y en cambio, consumen muchos mariscos y pescados que son ricos en ácidos grasos omega-3.

La mejor conclusión que podemos sacar es que si limitamos nuestro consumo de azúcares refinados y de aceites industriales de semillas, e incrementamos nuestro consumo de omega-3, entonces podremos tolerar un mayor consumo de arroz”.

Las pautas japonesas

Japón publicó en el 2005 varias recomendaciones referentes a la alimentación por medio de una pirámide invertida:

  • En la parte superior y más amplia hay cereales como pasta, arroz y pan, cuyo consumo diario recomendado es de cinco a siete porciones.
  • En el siguiente nivel se incluyen de seis a cinco raciones de verdura
  • Un poco más abajo, hay de tres a cinco porciones diarias de proteína como huevos, carne, soja y pescado.
  • La parte más estrecha y baja de la pirámide está dividida en dos: Dos raciones de fruta al día, y dos de productos lácteos.

Esta tendencia parece confirmarse con un estudio realizado por el Instituto de la Investigación, Hospitalización y Cuidado de la Salud Neuromed en Pozzilli, Italia, donde se reveló que quienes habitualmente comen pasta no engordan, pues el consumo periódico de estos alimentos favorece la disminución de la masa corporal al respecto de aquellos que no lo hacen regularmente.

Es importante mencionar que en 2010 el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón recomendó que la ingesta de carbohidratos como el arroz blanco (asociado al riesgo de padecer enfermedades crónicas) no debe superar el 65% de la dieta. En su lugar es mejor incorporar granos integrales.

El justo equilibrio

Para Lydia Bazzano, investigadora de nutrición y diabetes de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, el modelo japonés podría no resultar del todo conveniente para los occidentales, pues aseguró, se deben considerar variantes como la edad, la actividad y el sexo. Por ejemplo, un hombre activo y joven necesita más hidratos que una mujer sedentaria y de mayor edad.

Con información de Infobae