Un hombre, con el fin de pagar una deuda, se tragó 67 cápsulas de cocaína para llevarlas a Suiza. Durante el viaje, se le reventó una, los narcotraficantes lo abrieron para recuperar la droga y, después, lo decapitaron y los desmembraron para deshacerse de él.
En el mundo del narcotráfico se les conoce como “mulas” y se trata de personas que llevan drogas en el interior de su cuerpo para transportarlas a través de las aduanas.
Ese era el modus operandi de Heriberto Reyes, el “Yoni”, narcotraficante que, desde 2011, empleaba “mulas” para transportar droga desde la República Dominicana hasta Europa. Las mulas de Reyes eran adictos endeudados con él que, como pago, servían para transportar la droga.
De entre los endeudados estaba Fernando Bernardo, quién debía 16 mil dólares. Así que sirvió como mula dos veces al mes por dos años. Su travesía era desde República Dominicana, pasando por España hasta llegar a Suiza.
Sin embargo, este método altamente inseguro tarde o temprano tenía que salir mal. Después de ingerir 67 cápsulas de cocaína, una de ellas se rompió, así que empezó a presentar síntomas de intoxicación: vómito y convulsiones.
Bernardo, de 39 años pidió la ayuda a los narcotraficantes, pero estos, en lugar de pedir una ambulancia, llamaron al líder Heriberto Reyes.
Urgía asistencia médica, pero Reyes tenía otros planes: comprar guantes y bolsas de basura.
Los narcotraficantes dejaron morir a Bernardo y luego le practicaron una laparotomía para recuperar la droga de la cavidad intestinal.
Según las autoridades, la lista de crímenes no terminó ahí: una vez que recuperaron la cocaína, los otros tres acusados, Benjamín Guzmán, Alexander Méndez y Alba Leidy Cabrera, “decapitaron y desmembraron el cadáver, repartiendo los miembros en distintas bolsas de plástico que introdujeron en una maleta”.
Heriberto Reyes se deshizo del cuerpo desmembrado en un bosque al suroeste de Francia; luego viajó con la droga a Suiza, donde fue detenido y condenado a cuatro años y seis meses de cárcel por narcotráfico.
Las autoridades españolas, sin embargo, persiguieron a los detenidos por delitos contra la salud pública y homicidio. Así, el presunto líder de la red de narcotráfico podría pasar 30 años en la cárcel y sus tres cómplices podrían cumplir hasta 24 años presos.
Vía Univisión