El SAT dio a conocer cuáles son los errores y abusos más comunes a la hora de emitir una factura. A partir del 2022, los contribuyentes que incurran en estas faltas podrán recibir una multa.
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Para llevar un registro de las ventas y los servicios prestados, en México los contribuyentes emiten un Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI), conocido comúnmente como “factura electrónica”. Esta factura refleja las condiciones en que se prestó el servicio o se realizó la transacción y es indispensable para que el contribuyente pueda llevar un debido control fiscal.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha dado a conocer algunos errores y abusos cometidos frecuentemente por parte de contribuyentes, tanto en establecimientos como por parte de personas físicas. Estar al tanto de estas malas prácticas será en extremo importante, pues los contribuyentes pueden ser multados si son sorprendidos cometiendo alguna de estas faltas.
El SAT pide evitar abusos en emisión de facturas. (Fuente: Cuartoscuro)
¿Qué abusos y errores evitar al emitir una factura?
El SAT ha presentado una lista con las malas prácticas que deben evitar los contribuyentes al emitir sus facturas:
- Solicitar datos adicionales a los que deben incluirse en el RFC
- Obligar a la persona a proporcionar un correo electrónico
- Aumentar el precio del bien o del servicio cuando se pide una factura; el costo debe incluir el IVA aunque no se emita una factura
- Pedir al receptor que ingrese a un portal para generar él mismo la factura; el CFDI debe emitirse en el establecimiento cuando se solicita
- No registrar correctamente el método de pago
- Negar la factura pretextando que no se pidió antes de la transacción
- Exigir que se indique el uso que se dará a la factura; en caso de que no se proporcione, se debe usar la clave “P01 Por definir”
- Negarse a emitir la factura cuando la transacción ocurre en efectivo
- No entregar facturas por pagos en anticipos
Es importante subrayar que esta clase de abusos pueden acarrear multas que van de los 17 mil a los 97 pesos, según su gravedad. En algunos casos, incluso, pueden derivar en el cierre del establecimiento, si así lo considera el SAT.
