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¿Prestar tu tarjeta de crédito a un familiar te puede meter en problemas con el SAT?

El SAT podría detectar una discrepancia entre los ingresos y los egresos de un contribuyente

¿Alguna vez has prestado tu tarjeta de crédito para que un amigo o familiar realice una compra con ella? En ese caso deberías tener precaución, pues esta práctica podría crearte un conflicto con el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

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Prestar una tarjeta de crédito es una actividad común entre familiares. Así, una persona puede acceder a un bien a crédito a través del plástico de un familiar cercano y pagar a éste en efectivo.

No obstante, dicha práctica podría ser perjudicial ante el SAT. Por supuesto, no es una actividad prohibida, pero podría prestarse a malentendidos.

El SAT vigila que los contribuyentes no gasten más dinero del que dicen tener. Aquellos contribuyentes que reportan egresos mayores a sus ingresos pueden caer en “discrepancia fiscal”.

El SAT podría juzgar que el contribuyente cayó en discrepancia fiscal. (Fuente: Pexels)

Cuando el SAT detecta un caso de este tipo, solicita a la persona física que explique por qué tiene erogaciones mayores a las ganancias que declaró.

Si este no es capaz de comprobar sus gastos de forma fehaciente, podría verse obligado a pagar el Impuesto Sobre la Renta correspondiente, como se indica en el artículo 91 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta.

Por ello, podría no ser recomendable prestar la tarjeta de crédito a amigos y familiares para que estos hagan compras a crédito con ellas, aun si estos son cumplidos para cubrir los pagos correspondientes.

Todos los gastos que se realizan a través de una tarjeta de crédito pueden ser detectados por el SAT y estos podrían generar que la institución llame la atención del contribuyente.