Roma, la llamada “Ciudad Eterna”, amaneció este lunes cubierta por una densa capa de nieve proveniente de una ola invernal de origen siberiano conocida como Burian.
La nevada cubrió de blanco monumentos históricos de la época del Imperio Romano como el Circo Máximo, el antiguo Coliseo, el Arco de Constantino y el Foro Imperial.
Además los romanos, que no están acostumbrados a lidiar con las bajas temperaturas invernales, se sorprendieron al ver la ciudad del Vaticano “pintada” del blanco de la nieve que cayó en copiosas cantidades la madrugada de este lunes.
Debido a la cantidad de nieve que cubrió la ciudad, la mayoría de los romanos detuvo sus actividades rutinarias para jugar en ella, organizar guerras con bolas de nieve e incluso esquiar por la ladera del antiguo Circo Máximo.
Maurizio, un ciudadano que lleva 25 años viviendo en Roma, dijo que solo había visto nevar tres veces en todo ese tiempo, pero nunca de la manera en que nevó este 26 de febrero.
Por su parte Cecilia, que vive y trabaja en Roma, califició la nevada como “una sorpresa bellísima”.
En la famosa Plaza de San Pedro, en el corazón de la Ciudad del Vaticano, algunos turistas hicieron muñecos de nieve o se maravillaron con la apariencia invernal de los monumentos que engalanan esa parte de Roma.
La Fontana di Trevi, uno de los puntos donde la mayoría de los turistas se refresca en los días de calor, también amaneció parcialmente cubierta de nieve tras la ola invernal que disminuyó la temperatura de la capital italiana varios grados bajo cero.
Otros monumentos de los primeros años del cristianismo como el Panteón de Agripa, que se ha usado como iglesia católica desde el siglo VII, también amanecieron nevados.
Las fotos de una Roma cubierta de nieve dieron la vuelta al mundo en cuestión de horas.
Los vestigios del poder del Imperio Romano mostraron una cara diferente ante la nevada.
Y los turistas que no esperaban enfrentarse a una nevada en Roma, disfrutaron del paisaje.