Ha pasado ya un mes desde el sismo del 19 de septiembre y los negocios de la Condesa empiezan a reactivarse, y aunque los clientes han regresado, los empresarios han tenido que buscar alternativas para que la gente regrese a consumir en la zona.
Alam Bello, chef del restaurante de comida oaxaqueña Pasillo de Humo, asegura que el pasado fin de semana el establecimiento se llenó por primera vez desde que el sismo sacudió la ciudad, aunque en un día como aquél (un sábado inmediato a la quincena) normalmente había hasta 14 mesas en lista de espera.
Alam y los socios de Pasillo de Humo han acercado a la gente a su negocio desde dos frentes: por un lado, haciendo descuento a los vecinos que con su identificación demuestren que viven por la zona y, por el otro, siendo parte de los tours gastronómicos que organiza Rocío Vázquez para reactivar los restaurantes y cafeterías de la zona.
Rocío se dedica desde hace cinco años a organizar recorridos para turistas en la Ciudad de México a espacios como la Central de abasto y La viga, o los bares y restaurantes del Centro Histórico. El tour de la Condesa existe desde hace varios años, pero cambió de cara cuando, en los días posteriores al sismo del 19 de septiembre, se hizo latente la necesidad de reactivar la vida económica de la zona.
Lee también:
Rocío se coordinó con algunos empresarios dueños de locales como Casa Cardinal, Temporal o Tortas Atlixco para organizar el recorrido que consiste en visitar diez establecimientos en un día. Cada uno de ellos ofrece un platillo que los represente y que se acompaña con una bebida seleccionada por algún “embajador” de maridaje que se hace responsable de todo el tour.
De acuerdo con Rocío y los comerciantes, las principales razones por las que el consumo en establecimientos de La Condesa ha disminuido son: el miedo a que los edificios no sean seguros, la idea de que no hay establecimientos abiertos en la zona o que las personas se sientan frívolas saliendo a disfrutar de los restaurantes, bares y cafeterías. Por eso el objetivo es presentar la zona en su cotidianidad y acercar a los cocineros con los clientes para abrir un diálogo respecto a la zona y su vida comercial.
El costo tradicional de un tour como este sería de más de $1,500 pesos pero por la intención de reactivar la zona y por el trato al que han llegado Rocío y los comerciantes en estos días el costo es de $750 pesos. Este dinero se usa para pagar a los establecimientos y los impuestos, independientemente de la derrama de las propinas, pero ha sido tal el éxito que si te apuntas en gastrotoursdf.com probablemente tengas que entrar a la lista de espera para vivir esta nueva experiencia de solidaridad y gastronomía.
