Inicio  /  Historias
ENTRETENIMIENTO Y ESPECTáCULOS

“Vergüenza es robar”: reportera responde a críticas por vender sándwiches en la calle

La reportera dijo que no le daba vergüenza tener un trabajo honrado

Una reportera recibió críticas por vender sándwiches en la calle para ganar un dinero extra. Ella respondió en redes sociales que no le daba pena trabajar: “vergüenza es robar”.

Te recomendamos: Foto: Enfermera atraviesa en bicicleta calles inundadas para volver a casa; se vuelve viral

Karla Beahed Villaroel Vaca es una reportera de Bolivia que se volvió viral en redes sociales por un testimonio que publicó en Facebook. Según contó, una mujer la criticó duramente después de que la captara vendiendo sándwiches en la calle.

“¿El periodismo no te da plata, tan bajo has llegado? ¿No te da vergüenza?”, le habría escrito esta persona por WhatsApp.

En efecto, la reportera aprovechó su tiempo libre para vender sándwiches y empanadas afuera de un centro de vacunación. Ante las críticas, Karla Villaroel se defendió en una publicación donde aclaró que amaba su trabajo, pero que no le daba pena hacer un dinero extra de forma honrada.

“Lo que importa son las ganas de salir adelante. Vergüenza es robar, vergüenza es ser mediocre por burlarse de las ganas que tiene una persona de salir adelante buscando ingresos de manera honrada, con sacrificio, sin hacerle daño a nadie y sin meterse en la vida de nadie. ¡Eso es vergüenza!”, escribió.

Su respuesta fue bien recibida en redes sociales, donde cientos de usuarios le demostraron su apoyo y admiración. La publicación original ha sido compartida en más de 6 mil ocasiones y ha sido retomada por múltiples medios de comunicación del continente.

(Imagen: Especial)

Posteriormente, al ser entrevistada en la radio local, la reportera contó que en un principio era su madre quien se dedicaba a vender empanadas. Es su hermana la que actualmente se dedica al negocio y fue ella quien en realidad acudió al centro de vacunación a vender sus productos.

Aquel día, tras terminar su cobertura sobre la vacunación en ese mismo sitio, Karla decidió ayudar a su hermana a vender los sándwiches y empanadas. Según dijo, hubo clientes que la reconocieron y eso ayudó a que vendieran más rápido la mercancía del día.

“A quienes me reconocieron, les pedía que me compren y así vendí todo, hasta los refrescos de canela que hice”, señaló.

Sin quererlo, la reportera Karla Villaroel se convirtió en noticia y en un ejemplo de que nadie se debe avergonzar por tener un trabajo honrado.