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SALUD

Los refrescos de dieta y otros alimentos ‘light’ también conducen a subir de peso

Al igual que el azúcar común trae consigo problemas, los edulcorantes artificiales en refrescos de dieta pueden conducir a subir de peso y a otros problemas de salud. Uno de los principales edulcorantes es el aspartamo, que junto con otros sustitutos de azúcar, puede llegar a cambiar la forma en que el cuerpo quema la grasa y probablemente, provoquen diabetes u obesidad.

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La forma en que estos edulcorantes se digieren dentro del cuerpo es distinta a cómo se procesa el azúcar real, pero los resultados pueden ser los mismos. Los edulcorantes también pueden provocar que la gente experimente más hambre, y a su vez, que coma más. 

Ahora, los científicos consideran que esto se debe a que las golosinas sin calorías activan igualmente las vías neuronales que le dicen al cuerpo humano que coma cuando tiene hambre. Esta idea ha estado presente por años, pero esa podría ser sólo una de las desventajas. Las malas noticias sobre el azúcar falso van más allá. 

En una nueva investigación, roedores que fueron alimentados con edulcorantes comunes como el aspartame y el acesulfame K, que se encuentran en distintas bebidas de dieta, cambiaron la forma en que sus cuerpos procesaban grasas y energía. En las ratas, esto condujo también a la degradación de sus músculos.

Los investigadores consideran que las ratas podrían haber estado aprovechando sus músculos como fuente de energía alternativa, ya que los edulcorantes sin calorías no les proporcionaron nutrición alguna.

Además, los cambios que se vieron en los cuerpos de las ratas parecían prepararlas para desarrollar problemas crónicos de peso como obesidad y en consecuencia diabetes. Estos mismos mecanismos, señala una nueva investigación podrían estar en funcionamiento cuando los humanos consumen azúcar falso, aunque aún se necesita más investigación para saberlo con certeza.

De acuerdo con Brian Hoffman, un ingeniero biomédico que se dedica a estudiar dietas altas en azúcares y edulcorantes en el departamento de Ingeniería Biomédica del Colegio de Médicos de Wisconsin y la Universidad de Marquette en Estados Unidos, “los edulcorantes artificiales no calóricos son sustancias químicas extrañas que el cuerpo no tiene que manejar”. 

“Incluso aquellos que se comercializan como ‘naturales’ porque son de una planta son extraños y eso no significa que el cuerpo tenga la maquinaria para procesarlos”, explicó Hoffman.

Por su parte, la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA, en inglés) ha dicho que este estudio no proporciona evidencia de que los edulcorantes bajos en calorías podrían afectar de forma adversa a las personas con obesidad o diabetes, de acuerdo con lo recogido por el portal Business Insider.

Hasta el momento, las investigaciones con edulcorantes artificiales como el aspartame ha sido poco claras. Algunos estudios sugieren que los edulcorantes pueden ayudar a la pérdida de peso, e incluso existen investigaciones que señalan que la reducción de calorías no afecta al apetito de las personas.

Otras investigaciones han probado que existe un vínculo entre las bebidas endulzadas de forma artificial y las tasas elevadas de diabetes tipo 2 e indican que además, causan la diabetes de forma activa. Pero uno de los problemas más estudiados con los edulcorantes artificiales es que estos no se detienen en el tracto digestivo.

Otro estudio realizado por la Universidad de California en San Diego, dice que si bien los edulcorantes artificiales tienen un sabor dulce, no llegan a satisfacer al cerebro de la misma manera que el azúcar normal.

En dicho estudio los investigadores pidieron a la gente que bebiera agua con azúcar normal y agua con edulcorantes y llegaron a la conclusión de que sólo quienes consumieron azúcar natural lograron activar el área cerebral asociada con las recompensas de alimentos.

Entonces, las investigaciones sugieren que las bebidas sin calorías podrían no satisfacer la ansiedad de la mente por algo dulce. Por ejemplo, otros estudios en moscas de la fruta sugieren que el consumo de bebidas con edulcorantes artificiales trae consigo un engaño al cuerpo: se le hace creer que es necesario comer.

Hasta ahora la investigación de Hoffman y sus colegas no ha encontrado una vía para su publicación definitiva, pero a decir del autor las cosas no son tan simples como “dejar de usar edulcorantes artificiales”, sino que estos son clave a la hora de resolver las dudas sobre los padecimientos asociados con la diabetes y la obesidad.

“Al igual que con otros componentes de la dieta, me gusta decirle a la gente que la moderación es la clave si a uno le resulta difícil eliminar completamente algo de su dieta”, concluye.

Con información de Business Insider.