Un hombre de Nuevo México se ha vuelto noticia por haber recibido un doble trasplante de pulmón luego de haber pasado casi cuatro meses internado por COVID-19. Por fin dado de alta, ahora se encuentra en rehabilitación.
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Se llama Arthur Sánchez, tiene 52 años de edad y pasó 116 días internado tras haber contraído el virus SARS-CoV-2 en abril, durante los primeros meses de la pandemia. Aunque al principio el diagnóstico era favorable, su condición empeoró y terminó siendo intubado en el área de terapia intensiva.
Tras casi cuatro meses conectado a un ventilador mecánico, los médicos coincidieron en que el daño a sus pulmones era irreversible. Su única opción era un trasplante doble que finalmente se realizó en la ciudad de Phoenix, Arizona. El cirujano Rajat Walia describió la situación de Sánchez en los siguientes términos:
“Hay un punto en el que sabemos que los pulmones no se van a recuperar, tal fue el caso de Arthur”.
Aunque había sobrevivido al virus, sus pulmones quedaron dañados de forma permanente. Sin un ventilador que respirara por él, no podía sobrevivir. Para Arthur, los días que pasó enfermo de COVID-19 fueron “una experiencia aterradora”.
“Fue una situación casi desesperante para mí, lo comparo con pasar demasiado tiempo bajo el agua y no poder salir a tomar aire”, explicó a la agencia AP.
Con el doble trasplante recuperó la capacidad de respirar por sí mismo. Sin embargo, aún enfrenta las secuelas del coronavirus y se encuentra en rehabilitación. Arthur Sánchez puede jactarse de ser un sobreviviente de primer orden, incluso si no salió indemne.
En entrevista, advierte que su vida ha cambiado de forma radical. Además de la terapia a la que aún asiste, actualmente toma medicamentos inmunosupresores indispensables para que su cuerpo no rechace los pulmones que le permiten sobrevivir.
“Soy más susceptible a cualquier clase de virus, enfermedad, lo que sea; así que debo ser cuidadoso con lo que hago, con lo que como”.
El trasplante de pulmón no se practica con la frecuencia que tienen otros trasplantes dado lo difícil que puede ser conseguir un órgano donante adecuado. Este año se han practicado 2 mil 200 trasplantes de pulmón en Estados Unidos, aunque se desconoce cuántos han sido para pacientes con COVID-19.
