El viernes 22 de julio se dio a conocer la muerte de Meche Carreño, actriz que gozó de múltiples reconocimientos por su carrera artística en el cine mexicano de los 60 y 70. La artista falleció en Estados Unidos por complicaciones de cáncer de hígado. Tenía 74 años de edad.
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María de las Mercedes Carreño Nava nació el 15 de septiembre de 1947 en Minatitlán, Veracruz. En la infancia se mudó con su madre a la Ciudad de México donde, años más tarde, encontraría su vocación en la Academia de Actuación de Andrés Soler.
A partir de este punto Carreño desarrollaría su talento artístico en el teatro, sobre todo en la vertiente experimental, participando en happenings, oportunidades de modelaje y colaborando con artistas de la talla de Alejandro Jodorowsky y Carlos Ancira.
Fue entonces que conoció y contrajo matrimonio con el fotógrafo y empresario José Lorenzo Zakany Almada, fundador de la productora Uranio Films. Zakany le brindó la oportunidad a Carreño de abrirse paso en el cine con sus propios proyectos, primero con Damiana y los hombres (1967) y luego con No hay cruces en el mar (1968).
En esos años, las audiencias mexicanas empezaron a dejarse seducir por la extraña belleza con la que Meche Carreño adornaba la pantalla grande, un encanto que la transformaría en “símbolo sexual” a lo largo de los 70.
En la primera mitad de la década, Carreño trabajó de la mano de directores como José Gálvez (Azul, 1972) y Rogelio A. González (La inocente, 1972), pero fue en un proyecto de este último (La sangre enemiga, 1971) donde cayó en la mira de Emilio “el Indio” Fernández, una leyenda del cine mexicano que construyó su reputación en los 40 y 50.
“El Indio” Fernández invitó a Carreño a su siguiente proyecto, La choca, una película de 1974 rodada en Oaxaca en la que comparte créditos con Pilar Pellicer en el papel estelar. La película trasciende por el famoso desnudo de Carreño en el río y por el reconocimiento que llega a las manos de ambas actrices en la forma del premio Ariel.
Las escenas eróticas de Carreño se volvieron más explícitas en la siguiente película de “El Indio” Fernández, (Zona Roja, 1976), pero ya para entonces Carreño se había inclinado a participar de manera exclusiva en los proyectos de Juan Manuel Torres Sáenz, de quien se había enamorado luego del rodaje de La otra virginidad.
Ya para entonces Carreño estaba divorciada de Zakany. La actriz se casó con Torres y juntos hicieron tres películas más (La vida cambia, El mar y La mujer perfecta), hasta la trágica muerte del director en un accidente automovilístico ocurrido en la Ciudad de México en 1980.
Devastada por el repentino fallecimiento de su marido, Carreño comenzó a alejarse del cine, participando únicamente en proyectos de amistades cercanas. Fue entonces como se cruzaron los caminos de Juan Gabriel y Meche Carreño.
El Divo de Juárez primero invitó a Carreño a grabar un video musical para el tema He venido a pedirte perdón, el cual desató polémica por el baile sensual de la actriz. Luego participó en un par de películas protagonizadas por Juan Gabriel: El Noa Noa (1981) y Es mi vida (1982).
Posteriormente, Carreño se retiró de la actuación, se mudó a Francia y luego a Estados Unidos. En 2009 fue homenajeada en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato, entonces festival expresión en corto. La actriz tuvo dos hijos, José Zakany Carreño, con su primero marido, y Juan María Torres, fallecido a los 12 años en un accidente de coche.
