Mediante un comunicado emitido por la familia Trump se dio a conocer la muerte de Ivana Trump, quien fuera la primera esposa del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, y madre de sus tres hijos mayores, Donald Jr., Eric e Ivanka. Tenía 73 años de edad.
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Ivana Marie Zelníčková nació el 20 de febrero de 1949 en Gottwaldov, Checoslovaquia (hoy Zlín, República Checa), hija de un padre que era ingeniero eléctrico y una madre que era una operadora telefónica. En su infancia aprendió a esquiar y desarrolló esta habilidad a nivel competitivo en su adolescencia.
Luego de concluir sus estudios en Praga, Zelníčková contrajo matrimonio en 1971 con un amigo austriaco que se dedicaba a dar clases para esquiar. De esta manera, pudo obtener la ciudadanía austriaca y salir de la entonces República Socialista de Checoslovaquia. Tras obtener su pasaporte en 1972, Zelníčková se fue a Estados Unidos al año siguiente y solicitó el divorció de su primer marido, en Los Ángeles.
Zelníčková se mudó a Canadá con un amigo que escapó de Checoslovaquia. A lo largo de los 70 estuvo viviendo en Montreal, donde abrió una tienda para esquiar, se dedicó a mejorar su dominio del inglés y empezó a trabajar como modelo. En 1976, Zelníčková viajó a Nueva York con un grupo de modelos canadienses y fue así como conoció a Donald Trump, el hijo de un exitoso empresario de bienes raíces.
Ivana y Donald Trump en los 80 (Ralph Dominguez/MediaPunch /IPX vía AP)
En 1977, Donald e Ivana se casaron y al año siguiente nació su primer hijo, Donald Jr. Ivana fue más que la esposa de Donald Trump, también fue su socia y compañera en muchas de las iniciativas empresariales de la Organización Trump. A lo largo de los 80, destacó como ejecutiva de la empresa, diseñadora de interiores, presidente de Trump’s Castle en Atlantic City y directora del Plaza Hotel en Manhattan.
Donald e Ivana Trump eran personajes habituales de las primeras planas de los tabloides neoyorquinos y cuando empezaron a surgir rumores de su separación a inicios de los 90, el tema se convirtió en un escándalo. Por varios meses hubo intercambios de señalamientos de abuso, infidelidad, fraude, robo y hasta espionaje internacional (el padre de Ivana fue acusado de espiar para los comunistas).
Finalmente Ivana consiguió el divorcio en diciembre de 1990 además de 14 millones de dólares, una mansión de 45 habitaciones en Connecticut, un departamento en Trump Plaza, así como el uso de las instalaciones de Mar-a-Lago por un mes al año. A cambio, Ivana tuvo que firmar un acuerdo para no hablar en público de su matrimonio con Donald Trump sin el consentimiento de su esposo. El divorcio terminó por formalizarse en 1992.
A pesar de las batalles jurídicas que Donald Trump libró en contra de su exesposa a lo largo de los 90, la expareja hizo las paces en el nuevo milenio. Ivana emprendió su propia línea de belleza y moda, escribió varios libros de autoayuda y columnas de consejos maritales y, al igual que su ex, desarrolló un gusto por aparecer frente a las cámaras de televisión.
Luego de su divorcio, Ivana se casó con un empresario italiano de nombre Riccardo Mazzucchelli, matrimonio que apenas duró dos años. Su cuarto marido fue el actor y modelo italiano Rossano Rubicondi, a quien cortejó por seis años antes de contraer nupcias en 2008. La boda tuvo como anfitrión ni más ni menos que a Donald Trump.
Rubicondi y Trump se divorciaron un año después, aunque la pareja sostuvo una relación sentimental hasta 2019 cuando finalmente acordaron tomar rumbos por separado. Rubicondi murió en 2021 a los 49 años.
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