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CRIMEN Y SEGURIDAD

¿Quién es Rafael Caro Quintero?

Caro Quintero llegó a ser el narco más buscado por Estados Unidos

El viernes 15 de julio se dio a conocer la detención de Rafael Caro Quintero en un operativo de la Secretaría de Marina. El narcotraficante se encontraba en calidad de prófugo desde el 2015, cuando la Suprema Corte de Justicia revocó un amparo que le había otorgado la libertad en 2013.

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Nacido el 24 de octubre de 1952 en el municipio de Badiraguato, Sinaloa, Rafael Caro Quintero tuvo su infancia en el seno de una familia de campesinos de La Noria. “Era y soy muy pobre”, le dijo el llamado “Narco de narcos” a Julio Scherer García en una entrevista que le hizo en el penal de máxima seguridad de El Altiplano. “Tenía veintitantos años. La necesidad y la falta de estudios me hicieron meterme”.

Caro Quintero tenía cerca de 30 años cuando él y un expolicía de nombre Miguel Ángel Félix Gallardo fundaron a finales de los 70 el Cártel de Guadalajara, ambos a las órdenes del padrino mayor, Ernesto Fonseca Carrillo, conocido como “Don Neto”. La Operación Condor, emprendida en el sexenio de López Portillo para combatir el tráfico ilícito de estupefacientes, había orillado a los capos sinaloenses de aquel entonces a refugiarse en Jalisco, donde tuvieron oportunidad de reestructurar sus operaciones.

Mientras Félix Gallardo se encargaba de construir las redes de influencia del nuevo cártel, Caro Quintero se especializaba en el cultivo y tráfico de marihuana. En la primera mitad de la década de los 80, los jefes del Cártel de Guadalajara se hicieron de una fortuna y gozaban de impunidad total. La riqueza de Caro se estimaba en su momento de mayor apogeo en 100 mil millones de pesos, con múltiples propiedades en Guadalajara, Zacatecas, Sinaloa y, la más grande de estas, en Caborca, Sonora.

El imperio de Caro se desmoronó a la mitad de la década. En 1984, el ejército mexicano destruyó su mega sembradío de marihuana que estaba ubicado en una colonia de Chihuahua conocida como El Búfalo. También incomodó a sus conexiones políticas cuando secuestró a Sara Cosío, sobrina de Guillermo Cosío Vidaurri, entonces líder del PRI capitalino. Pero su mayor desgracia fue el secuestro y asesinato de un agente de la DEA que se había infiltrado en su organización, de nombre Enrique Camarena, delito que provocó una crisis diplomática entre México y Estados Unidos.

Acusado de alertar a las autoridades sobre el Rancho Búfalo, “Kiki” Camarena y su piloto en México, Alfredo Zavala, fueron secuestrados el 8 de febrero de 1985. Sus cuerpos aparecieron con múltiples signos de tortura un mes después, en una zona rural de Michoacán. Caro Quintero fue identificado como el individuo que dio la orden de captura, por lo que Washington presionó al gobierno de Miguel de la Madrid para acelerar la detención de Caro y sus cómplices, con la cooperación de la DEA.

Caro Quintero emprendió la fuga y huyó del país. El 4 de abril de 1985 fue detenido cerca de San José, Costa Rica, junto a un puñado de sus pistoleros. En el operativo policial fue liberada Sara Cosío Vidaurri, quien había sido secuestrada por el narcotraficante para luego, presuntamente, enamorarse de él. Al poco tiempo, Caro Quintero fue extraditado a México y en 1986 recibió una condena de 40 años en prisión. Su petición de pagar la deuda externa a cambio de impunidad fue rechazada por las autoridades.

Rafael Caro Quintero en 2005 (FOTO:PFP/CUARTOSCURO.COM)

Caro Quintero y los demás líderes del Cártel de Guadalajara fueron identificados en la cultura popular como integrantes de una “vieja escuela” de capos criminales, quienes plantaron las semillas de una nueva generación de narcotraficantes, más ambiciosos y más violentos que sus antecesores.

Mientras la “guerra contra el narco” subía de tono en México, Caro estaba destinado a pasar el resto de sus días en una celda de la prisión de La Palma, pero su sentencia de 40 años en prisión se vio interrumpida en 2013 cuando un tribunal federal en Jalisco le concedió un amparo que le otorgaba la libertad bajo el argumento de que el detenido no tenía que ser enjuiciado en el fuero federal por el asesinato de un agente de la DEA.

Una vez más, Caro había detonado una crisis diplomática entre México y Estados Unidos, pero cuando las autoridades se movilizaron para detener al exlíder del extinto Cártel de Guadalajara, Caro ya se había fugado a Sonora, donde presuntamente convocó a su gente para reanudar sus operaciones criminales. Aunque el capo sinaloense juró que ya no se dedicaba al narcotráfico y que solo buscaba vivir el resto de sus años en paz, Caro fue señalado como uno de los responsables del aumento de violencia en Sonora en años recientes; por su lado, la DEA lo volvió a poner en la mira como su hombre más buscado en México.

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