Un procedimiento de cirugía estética puso en riesgo la salud de una mujer a causa de las sustancias nocivas que le fueron suministradas por pseudocirujanos, entre estas, un aceite para coches. Mira el video arriba.
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Paula Flores ahorró por dos años para obsequiarse a sí misma en su cumpleaños una cirugía para aumentar sus glúteos.
“Me pusieron 750 mililitros de cada lado”, dijo Paula a N+ sobre la gluteoplastia que pagó. “Entonces se me inflamaron totalmente”.
A raíz de la cirugía, Paula manifestó dolores, fiebre y deformidad en la zona. Cuando su cuadro empeoró, fue trasladada de emergencia a un hospital donde le informaron que su situación era muy delicada, ya que le habían inyectado un coctel de sustancias apócrifas, entre esas, aceite para coche.
La paciente recurrió a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) para presentar una queja por negligencia médica.
Miguel Ángel Lezana Fernández, director general de Investigación y Difusión del Conamed, explicó a N+ los mecanismos alternativos que implementa esta institución para resolver conflictos de este tipo.
“Es un espacio para que los usuarios de los servicios de salud y los profesionales de la salud, las instituciones [para las que trabajan], puedan dirimir sus diferencias que surjan durante el proceso de la atención a la salud”.
En el caso de Paula, la investigación arrojó que el personal que la atendió no estaba especializado en cirugía plástica sino en “medicina estética”, o estética profesional.
Para evitar casos de mala praxis, la Conamed aconseja a los pacientes verificar que el médico cuente con su cédula profesional, su cédula de especialidad, así como la certificación del consejo de especialidad.
En 2021, la Conamed recibió 15 mil asuntos o quejas de pacientes, de las cuales se logró resolver el 90 por ciento.
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