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CIENCIA Y TECNOLOGíA

¿Qué pasaría si la Tierra girara hacia el otro lado?

El hecho de que la Tierra gira de oeste a este ha jugado un papel importante en el desarrollo de nuestra historia, aunque nosotros no nos percatemos de este movimiento.

La Tierra está girando a una velocidad de 1600 kilómetros por hora. Por esta razón, también nuestros cuerpos se están desplazando de oeste a este a una gran velocidad.

Si el planeta girara hacia el otro lado en un cambio repentino en la actualidad, sería altamente probable que todos muriéramos aplastados contra algún muro.

Sin embargo, si la Tierra estuviera girando en dirección opuesta desde sus orígenes, los cambios que habría serían mucho menos violentos, aunque igual de impactantes. El clima sería muy distinto, tanto que muy probablemente habría cambiado el curso de la historia.

El amanecer y el atardecer cambiarían de dirección, así como el movimiento de todas las cosas en el planeta. Huracanes, vientos y corrientes marinas cambiarían debido al efecto Coriolis, donde la trayectoria de algo que se mueve sobre otro objeto giratorio se curva.

El efecto Coriolis determina la trayectoria de los vientos y corrientes marítimas hacia el norte y en dirección de las manecillas del reloj, mientras que el movimiento hacia el sur del ecuador es contrario a las manecillas. (Wikimedia Commons)

 

El giro de la Tierra en la dirección actual hace que los vientos y el agua fluyan hacia el norte desde el ecuador, tras lo cual realizan una gran curva en la dirección de las manecillas del reloj, generando una corriente climática específica.

Así, la corriente del Golfo lleva agua caliente hasta el Atlántico nororiental y las denominadas corrientes de chorro transportan agua, en forma de nubes, desde Canadá hasta el Reino Unido.

El ‘jet-stream’ transporta agua en forma de nubes a través de vientos desde Canadá hasta el norte de Europa (Wikimedia Commons)

 

Si le damos la vuelta, cambian las cosas y Europa occidental sería un lugar significativamente más frío. De hecho, un estudio realizado en 2008 descubrió que el Reino Unido y Escandinavia se habrían enfriado unos 10 grados.

El estudio también consideró que el mar Mediterráneo se convertiría casi en agua dulce debido a un enorme aumento de las precipitaciones en el norte de África.

Investigadores de la Asamblea General de la Unión Europea de Geociencias presentaron más cambios posibles basados en una simulación de la Tierra girando en dirección inversa durante 7 mil años.

En la simulación, el desierto del Sahara y Oriente Medio se cubrió completamente de pastos y bosques, así como el interior remoto (Ouback) de Australia.

Los desiertos de la Tierra se transfirieron a una parte significativa de lo que habría sido la selva tropical del Amazonas, parte del norte de China y el sureste de Estados Unidos.

Además, con áreas más pequeñas de desierto y más árboles para actuar como sumideros de carbono, la simulación mostró una caída de la temperatura promedio mundial de aproximadamente 0.2 grados.

En la simulación, la corriente marina invertida causó una caída significativa de oxígeno en las profundidades del océano, lo que llevó al crecimiento de cianobacterias, o algas, en el Océano Índico. Existiría una población nunca vista entre las floraciones de algas en la Tierra que conocemos.

Con información de SciShow y Gizmodo