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SALUD

Qué es el síndrome de Solomon, el miedo a sobresalir del grupo

¿Alguna vez has cambiado de opinión con tal de encajar en un grupo? Es posible que padezcas este complejo

¿Cómo explicar ciertos fenómenos sociales como al ascenso del nazismo en la Alemania de los años 30 o las peculiares prácticas a las que se pueden someter los integrantes de un culto?

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A mediados del siglo pasado, la psicología ofreció algunas respuestas a estas conductas de grupo a partir de los resultados de experimentos como el de la cárcel de Stanford.

Uno de los más famosos de estos experimentos fueron los de conformidad realizados en 1951 por Solomon Asch, cuyas conclusiones acuñaron el término ‘síndrome de Solomon’ para referirse a ciertas consecuencias de la mentalidad de grupo.

El experimento se llevó a cabo de la siguiente manera: el doctor Asch y su equipo lanzaron una convocatoria en un instituto para hacer algunas pruebas de visión. Ocho voluntarios eran invitados a pasar a una habitación y tomar asiento frente a una pantalla.

El investigador mostraba una imagen con una línea vertical en el lado izquierda de la pantalla, y tres líneas verticales agrupadas en la parte derecha. Los voluntarias tenían que responder cuál de las tres líneas de la derecha se parecía más a la línea de la izquierda.

Pero aquí el experimento daba un giro, porque siete de los ocho voluntarios trabajaban para el doctor Asch, y habían recibido la instrucción de dar una respuesta incorrecta. Solo había un voluntario auténtico en el grupo, a quien le pedían su respuesta al último. ¿Qué fue lo que pasó?

El ejercicio se realizó 18 veces por cada uno de los 123 voluntarios que participaron en el experimento de Asch. A pesar de que era obvio cuál era la respuesta correcta en las pruebas de visión, solo uno de cada cuatro participantes pudo mantener su criterio. El resto respondió de manera incorrecta en al menos una ocasión.

Este famoso experimento ha sido replicado a lo largo de los años y bajo circunstancias ligeramente distintas y los resultados han sido muy similares.

Lo fascinante de este experimento es que el voluntario rechaza la evidencia que puede ver con sus propios ojos y cede a la influencia del grupo. ¿Por qué?

En el experimento original, muchos de los voluntarios dijeron que “distinguían perfectamente qué línea era la correcta, pero que no lo habían dicho en voz alta por miedo a equivocarse, al ridículo o a ser el elemento discordante del grupo”.

Este complejo recibió el nombre de síndrome de Solomon, y ha contribuido enormemente a explicar ciertas conductas en un ambiente de trabajo, donde puede existir un miedo a sobresalir, destacar o brillar, sobre todo en culturas donde el éxito de uno puede ser juzgado con envidia o recelo entre sus pares.

Por tal motivo, el síndrome de Solomon no solo explica una conducta de conformidad con el grupo (como ocurría con el pueblo alemán durante el ascenso del nazismo) también puede ser aplicado para analizar los complejos de inferioridad de ciertos trabajadores que, en lugar de felicitar a un compañero que fue ascendido, más bien le da la espalda, como si hubiera traicionado al grupo.