Recientemente, Poncho de Nigris y Marcela Mistral anunciaron que estaban sufriendo de un embarazo ectópico por lo que Mistral debía ser intervenida quirúrgicamente. Después de este anuncio, muchas usuarios de redes sociales comenzaron a preguntarse sobre dicha condición médica. Por eso, frente a las dudas generadas, les explicamos qué es un embarazo ectópico, cuáles son sus síntomas más comunes y cuáles son sus posibles causas.
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Etimológicamente se llama ectópico a un embarazo porque está fuera de lugar (del griego “ex”, que quiere decir “fuera” y “topos”, que quiere decir lugar). Eso significa que un embarazo ectópico es una complicación del embarazo que se da cuando un óvulo fertilizado no se desarrolla en la pared uterina; es decir, cuando se crece fuera de donde debería desarrollarse.
Generalmente, cuando esto ocurre, es porque el óvulo se desarrolla en la cavidad pélvica o abdominal, en el ovario, en el canal cervical, o, en el 98% de los casos, en las trompas de falopio. Cuando un embrión se implanta en un tejido ajeno a las paredes del útero, puede causar mucho daño en sus esfuerzos por conseguir el suministro de sangre que necesita para su desarrollo natural. Así, esta complicación del embarazo es la principal causa de muerte en fetos y, también, la primera causa de morbilidad materna en las primeras semanas de embarazo.
Por eso, un embarazo ectópico es una emergencia médica y debe tratarse con la máxima urgencia para no poner en peligro la vida de la mujer embarazada. Sin embargo, cuando sucede un embarazo ectópico, en la gran mayoría de los casos, se resuelve sin necesidad de tratamiento a través de un aborto espontáneo (llamado aborto tubárico). También puede tratarse con metotrexato para evitar una cirugía.
Sin embargo, si el problema persiste, debe ser tratado con una intervención quirúrgica para remover al feto. Esta puede hacerse a través de una laparoscopia (que es mínimamente invasiva) o a través de una operación un poco más delicada como la laparotomía. En cualquier caso, se recurre a la intervención quirúrgica solamente cuando la trompa de falopio se rompe o está en grave peligro de hacerlo y todas las otras alternativas de tratamiento se han agotado.
Los síntomas de un embarazo ectópico pueden no ser siquiera percibibles. Sin embargo, en algunos casos, puede presentarte dolor pélvico, sangrado vaginal, náuseas, debilidad y fatiga.
Generalmente, se atribuyen los factores de riesgo de este tipo de embarazos a la edad (la gran mayoría de los embarazos ectópicos ocurren en mujeres que tienen entre 35 y 40 años al momento del embarazo), antecedentes de enfermedad pélvica inflamatoria, antecedentes quirúrgicos o ectópicos, el tabaquismo, defectos congénitos en las trompas de falopio o complicaciones pasadas de una apendicitis.
Por suerte, estas complicaciones son cada vez más fáciles de identificar y ya no suelen ser fatales (como sí lo eran hasta mediados del siglo XVIII). Actualmente, solo el 1.6% de los embarazos resulta ser ectópico y, entre los casos confirmados de embarazo ectópico, solo 1 de cada 826 mujeres muere.
