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CIENCIA Y TECNOLOGíA

¿Qué fue lo que encontró el telescopio James Webb y cuál es su importacia?

Te explicamos la mayúscula importancia de las imágenes que tomó el telescopio espacial James Webb

A más de seis meses de su lanzamiento, el telescopio espacial James Webb ha compartido sus primeros descubrimientos. Te explicamos a continuación qué encontró el telescopio de la NASA y cuál es su importancia para nuestro conocimiento del universo.

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Tras más de 15 años de desarrollo, el James Webb se convirtió en el sucesor del telescopio Hubble, tras ser lanzado el 25 de diciembre del 2021. Ambos telescopios se colocaron en el espacio para hacer mediciones más precisas y detalladas, eludiendo las complicaciones que implica fotografiar el cielo a través de la atmósfera terrestre.

Desde antes de su lanzamiento, se pronosticó que las increíbles capacidades del James Webb permitirían conocer más sobre el origen del universo, así como la composición de galaxias y planetas lejanos. Cada uno de estos vaticinios se ha cumplido de forma fehaciente.

¿Qué ha descubierto el James Webb?

Durante el 11 y el 12 de julio, este telescopio espacial, que orbita la Tierra a un millón y medio de kilómetros, compartió sus primeros descubrimientos. Se trata de cuatro imágenes y un análisis de espectroscopía.

La primera imagen, dada a conocer por el presidente Joe Biden el 11 de julio, muestra la agrupación de galaxias SMACS 0723. Según explica la NASA, se trata de la imagen infrarroja más detallada y lejana que hayamos tomado hasta la fecha.

“Miles de galaxias, incluidos los objetos más débiles jamás observados en infrarrojo, han aparecido a la vista del Webb por primera vez. Esta porción del vasto universo cubre un trozo de cielo de aproximadamente el tamaño de un grano de arena sostenido con el brazo extendido por alguien en el suelo”.

Racimo de galaxias SMACS 0723. (Fuente: NASA)

Mientras que algunos los objetos de la imagen se deforman por el “lente gravitacional” que su luz tuvo que atravesar, algunas galaxias están tan alejadas de la Tierra que aparecen en un intenso color rojo. Este fenómeno se conoce como “corrimiento hacia el rojo” y se debe a que, a medida que la luz se aleja de su origen, se debilita.

Tras miles de años luz recorridos, esta luz deja de ubicarse en la región visible del espectro electromagnético y pasa al infrarrojo o a las ondas de microondas. Tal es el caso de la “radiación de fondo de microondas”, como se llama a la luz primigenia del Big Bang.

Nebulosas, un quinteto de galaxias y la atmósfera de un planeta lejano

El 12 de julio se han dado a conocer los otros cuatro objetivos captados por el telescopio James Webb. El primero es la nebulosa Carina.

Detalle de la nebulosa Carina. (Fuente: NASA)

Las nebulosas son regiones el espacio con altas concentraciones de gases, como el helio y el hidrógeno, así como de elementos pesados. Estas regiones, conocidas como las “incubadoras de estrellas”, pueden ser en extremo amplias: según la NASA, solamente el “pico” más pronunciado de la imagen tiene una longitud de 7 años luz.

Es decir, una nave viajando a la velocidad de la luz tardaría 7 años en recorrer esta “pequeña” región de punta a punta. Esta es una distancia mayor que la que separa al Sol de Alfa Centauri, la siguiente estrella más cercana, ubicada a 4.3 años luz.

El estudio de esta nebulosa permitirá a los científicos conocer a mayor profundidad el proceso por el cual nacen las estrellas.

La siguiente imagen presentada por la NASA corresponde al quinteto de Stephan, que debe su nombre a su descubridor, el astrónomo Édouard Stephan, quien la captó por primera vez en 1877. Se trata de un arreglo de cinco galaxias que se orbitan muy de cerca.

Quinteto de Stephan fotografiado por el telescopio James Webb. (Fuente: NASA)

Esta es la imagen más amplia que haya tomado hasta el momento el telescopio James Webb. Se compone de 150 millones de pixeles y se formó con la unión de casi mil fotografías separadas.

Si se pudiera extender en papel en su resolución real, esta imagen tendría un quinto del diámetro de la Luna.

La siguiente imagen es la nebulosa del Anillo del Sur. Ubicada a 2 mil 500 años luz de distancia, esta nebulosa está compuesta por los gases que desprende una estrella moribunda.

Dicho material “alimenta” a una estrella joven ubicada al centro de la nebulosa. El estudio de objetos celestes como este permitirá a los científicos conocer mejor el nacimiento de los sistemas solares y los planetas.

Nebulosa del Anillo del Sur. (Fuente: NASA)

Por último, pero no menos importante, está la espectrografía del planeta WASP-96 b. Recordemos que cada elemento de la tabla periódica tiene una “huella digital” presente en la luz que refleja.

Cuando se analiza la luz de un planeta, podemos saber con exactitud la composición de su atmósfera. En este caso, dicho análisis arrojó que el planeta WASP-96 b tiene agua en su atmósfera.

Además, el telescopio James Webb pudo comprobar la presencia de nubes y neblina en este planeta gaseoso que orbita una estrella semejante a nuestro Sol.

Este es uno de los análisis más detallados en su tipo que se hayan realizado hasta la fecha. Dicha técnica será indispensable para encontrar planetas habitables y posibles indicios de vida en el futuro.

 

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