Luego de que se hiciera viral la denuncia de varios miles de usuarios contra un puesto de enchiladas en Michoacán que cobró 810 pesos por ocho órdenes, la Profeco arribó al lugar y exigió que se mostraran sus papeles.
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Los vendedores aseguraron que el costo de la cuenta sí tenía relación con el número de órdenes solicitadas, por lo que el costo total de 810 pesos, en realidad era de un estimado de 100 pesos por enchilada.
Ambos involucrados, tanto los comensales como los vendedores, afirmaron que no se verificaron los precios de la comida antes del cobro total, por lo que se generó una confusión.
Dada la popularidad que el caso alcanzó en redes sociales, la Profeco atendió las denuncias ciudadanas emitidas en la web y el regidor, Julio Arriola, actualizó esta información en su cuenta de Facebook.
“Atendiendo las denuncias ciudadanas, el Ayuntamiento de Pátzcuaro en coordinación con la #PROFECO realizaron un recorrido en puestos de alimentos ubicados en la zona centro, con la finalidad de verificar precios que se ofrecen al consumidor y la exhibición de los mismos, así como la calidad de los alimentos que se ofertan…
“Ahí e invitó a comerciantes a exhibir los precios, se les dio a conocer las multas a las que se pueden hacer acreedores de no respetar los derechos de los consumidores”, escribió.
Por otra parte, los usuarios de redes sociales se dividieron en dos grupos: quienes argumentaron que el costo de estos alimentos seguía siendo excesivo y quienes defendieron los precios del local de comida.
Entre la postura de quienes defendieron a los locatarios, se dijo que el aumento de precios en los productos alimenticios en México ha provocado estragos también en los puestos de comida callejeros.
