El príncipe William y la duquesa Kate estuvieron de gira en Polonia y Alemania acompañados de sus hijos todo el tiempo. Durante días, la familia se la pasó saludando, sonriendo y hasta haciendo reverencias. Sin embargo, durante la última jornada del viaje, un fotógrafo capturó a la pequeña Charlotte cansada y sin poder dejar de llorar. Quién diría que estaba a punto de darnos una lección de manejo del estrés.
La pequeña princesa Charlotte tiene apenas dos años y después de cinco días de acompañar a sus padres se le notaba el cansancio., Agotada, definitivamente no quería seguir caminando.
El breve berrinche le costó un regaño de sus padres
Después de que Kate Middleton la sostuviera en brazos y le explicara que debía guardar la compostura, la pequeña decidió levantarse, mostrar madurez y seguir caminando. Así, a pesar de su cansancio, Charlotte decidió dejar las lágrimas para saludar a los encargados de mostrar a la familia los modelos de helicópteros.
Por otra parte el pequeño George, de apenas cuatro años, no puso resistencia ni mala cara, por lo que sus padres lo felicitaron.