En 1982, El Salvador pasó por segunda vez en su historia a un Mundial de futbol, una hazaña heroica al tomar en cuenta que aquel país estaba sumergido por aquella época en una guerra civil. Ante la situación caótica del gobierno, los propios jugadores tuvieron que costear su viaje para representar a su país en España.
Irónicamente, aquella selección sería recordada más por la goliza que recibieron contra Hungría que por las circunstancias bélicas. En el primer partido de la justa mundialista, el arquero de 18 años de edad, Luis Guevara Mora, recibió un total de 10 goles. Los jugadores culparon al cuerpo técnico por la humillante derrota, pero el pueblo salvadoreño solo veía un culpable: el portero.
Al llegar al aeropuerto tras su participación en el Mundial de España 82, la selección de El Salvador apenas pudo escapar de ser linchada por los aficionados. Pero unos días después, Guevara Mora fue víctima de un intento de asesinato cuando el vehículo que manejaba recibió múltiples disparos de una ametralladora. Sin Filtros nos cuenta la historia de este sobreviviente de la cara oscura del fanatismo.