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¿Por qué suceden micro sismos de baja magnitud en CDMX?

De cuando en cuando, los habitantes de la Ciudad de México se enteran, mediante el Servicio Sismológico Nacional y comentarios en redes sociales, sobre un pequeño sismo de baja magnitud en alguna zona específica de la urbe.

¿Cuál es la causa de este tipo de sismos? ¿Por qué se tiene la impresión de que en Ciudad de México hay más sismos locales que antes? ¿En qué zonas se registran con más frecuencia?

El investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Luis Quintanar Robles, explica que en Valle de México existe una serie de fallas geológicas activas.

Básicamente, la causa principal de los sismos de baja magnitud que ocurren esporádicamente en la capital es la existencia de fallas geológicas activas en el subsuelo del Valle de México.”, dice Luis Quintanar.

El Valle de México está atravesado por una serie de fallas cartografiadas por el Instituto de Geología de la UNAM, por lo que cuando son activadas por acumulación de esfuerzos dan lugar a la “sismicidad local”.

Se ha dicho que el desmedido crecimiento inmobiliario de los últimos tiempos en la ciudad podría tener algún nexo con la ocurrencia de esta clase de sismos.

El doctor Leonardo Ramírez, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM, realiza un estudio para saber si la intensidad con que la gente siente los sismos locales en la capital está influida o no por la proximidad de grandes edificios.

En este estudio sobre lo que se llama interacción suelo-estructura, el doctor Ramírez ha observado algo por demás interesante: que, justamente, las estructuras de los grandes edificios pueden dar origen a una diferencia en la manera de sentir los sismos en sus inmediaciones”, refiere Quintanar Robles.

Estos sismos locales son de baja magnitud, dado que la longitud de las fallas que los originan no es tanta como la de las fallas localizadas en las costas del Pacífico.

Cuando un sismo de gran magnitud ocurre en el Valle de México, especialmente en las costas del Océano Pacífico, el subsuelo de la capital resiente la llegada de sus ondas y puede hacer que las fallas del suelo de la capital se activen y desencadenen los sismos de baja magnitud, que se sienten por largos periodos de tiempo tras los grandes sismos.

La UNAM publicó en 2018 un mapa de fracturas en el suelo del Valle de México, el cual puede ser consultado en DGCS UNAM (DGCS UNAM)

¿Por qué existen más microsismos?

Hay dos razones fundamentales para entender por qué existe una impresión de que hay una mayor cantidad de sismos localizados.

Una de ellas es el incremento en la densidad de la población: cuando un sismo de baja magnitud golpeaba una zona poco habitada, pasaba inadvertido. El valle de México es la zona más densamente poblada del país: cualquier sismo qeocurrra en él, será sentido por una parte de la población.

Otra es que el Servicio Sismológico Nacional ahora cuenta con 30 estaciones de banda ancha en el Valle de México, las cuales permiten detectar casi cualquier sismo y reportarlo.

Hoy en día está temblando igual que antes, pero nuestra capacidad de detección ha aumentado sensiblemente en los últimos años; por eso se reportan más sismos de baja magnitud dentro del Valle de México”, responde Quintanar Robles.

Los sismos que se originan en el Valle de México son muy superficiales, no alcanzan más allá de los 5 o 10 kilómetros de profundidad, a diferencia de los sismos costeros.

La mayoría son de magnitudes entre 2 y 2.3 grados Richter, por lo cual no son sentidos por nadie más que por los habitantes a dos o tres kilómetros a la redonda.

En cuanto a su duración, es breve: de tres, cuatro o cinco segundos. Debe recordarse que la duración de un sismo está en relación directa con su magnitud, pues entre más alta sea su magnitud, más tiempo durará y viceversa.

Las zonas más vulnerables

Los sismos locales ocurren con más frecuencia en la zona Oriente de la capital, sobre todo en las alcaldías de Tláhuac y Milpa Alta, así como en los municipios de Texcoco e Ixtapaluca, en el Estado de México.

También se presentan, aunque con menos frecuencia, en la alcaldía Álvaro Obregón, así como en Coyoacán, Benito Juárez y Miguel Hidalgo.

El subsuelo de la Ciudad de México está dividido en tres zonas: del lago, de lomas y de transición. En la zona del lago (Oriente), los sismos, principalmente los que provienen de fuera del Valle de México, se sienten con una mayor intensidad y duran más que en la zona de lomas (Poniente).”, explica Quintanar.

Con información de Animal Político