Aunque los precios del petróleo se han alejado lentamente de las cotizaciones negativas de hace unos meses, sigue sin estar a la vista una recuperación plena de esa industria. ¿Por qué aún no se recuperan los precios del petróleo?
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Este año vimos una caída histórica en los precios del petróleo debido a la sobreoferta. El crudo incluso llegó a cotizarse en negativo; es decir, las compañías estaban pagando para que se llevaran su sobreproducción. Y aunque hubo un acuerdo multilateral organizado por la OPEP+, los precios apenas han mejorado.
Por supuesto, esto puede representar un problema para las finanzas mexicanas. Cuando se fija el presupuesto anual, se toma en cuenta un precio para el crudo. Este año la proyección en el presupuesto y los precios reales divergieron radicalmente, lo que puede ir en detrimento de los ingresos del gobierno por medio de la paraestatal Pemex. En su momento, el secretario de Hacienda Arturo Herrera negó que la caída fuera a afectarnos a largo plazo, aunque no dejó de subrayar su gravedad.
Si en abril vivimos una sobreoferta que ahogó los precios internacionales, ahora vemos que el optimismo por una pronta vacuna para el coronavirus empuja ligeramente los mercados, pero este empuje no es tan fuerte como algunos habrían pronosticado. Y varios analistas proyectan que la cautela de los mercados continuará.
La mejora parcial en los precios también se debe a los sucesivos recortes en la producción mundial. Según informó la Administración de Información Energética estadounidense, la producción ha tenido un recorte acumulado de 24 millones de barriles en estos meses.
En lo inmediato, los precios del petróleo corren dos peligros: que la pandemia del coronavirus siga generando desconfianza en los mercados internacionales y que la sobreoferta vista a principios de este año regrese.
Por otro lado, como apunta el sitio de análisis financiero Oink Oink, la demanda mundial de energía no ha menguado, por lo que esta baja en la demanda de petróleo a nivel mundial podría ser un primer paso en la plena valorización de las energías renovables, que eventualmente en las próximas décadas habrán de reemplazar al petróleo a nivel mundial.
