Nancy Pelosí se encuentra realizando una gira por Asia en la que, sorpresivamente, realizó una parada en Taiwán. Aunque desde hace más de siete décadas esta isla supone un tema de interés y conflicto para Estados Unidos y China, la presidenta de la Cámara de Representantes de EUA reafirmó su apoyo democrático al archipiélago con esta visita
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Cuando en mayo de 2022, Joe Biden advirtió que una invasión de China a Taiwán causaría el despliegue de la defensa militar de Washington contra esta nación, el temor generalizado fue que un nuevo conflicto militar, parecido al que aún enfrentan Ucrania y Rusia, tuviera lugar entre las potencias más importantes de Oriente y Occidente.
Sin embargo, no fue una guerra la que desató las tensiones políticas entre estas naciones, sino la visita de Nancy Pelosi a Taiwán pese al riesgo que esto implicó para EUA y el resto de la comunidad internacional.
Tras una serie de especulaciones sobre su posible visita a Taiwán, Pelosi llegó a la isla a bordo de un avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en medio de un panorama repleto de tensiones políticas, en la madrugada del martes 2 de agosto.
Aunque Taiwán y sus habitantes son un símbolo de rivalidad entre Estados Unidos y China, para la hoy presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, su postura y visita se centró específicamente en asuntos de derechos humanos, democracia y de buenas relaciones entre su país y el gobierno taiwanes de Tsai Ing-wen.
Si bien hasta ahora la relación entre China y Estados Unidos ha sido diplomática, diversos analistas y especialistas de todo el mundo, como Stephen Collinson de CNN, han emitido su preocupación por la represalias que el país asiático ya está tomando contra la isla y, tal vez, otras naciones.
El interés de Nancy Pelosi en Taiwán y su desafío a China
Desde el inicio de su carrera política, Pelosi ha dedicado gran parte de su tiempo a cuestionar los métodos económicos, políticos e ideológicos de China, llegando a considerar que las acciones que este país ejerce contra otras naciones, sobre todos las colindantes a su territorio, obedecen a una muestra de poder autoritario.
“La visita de nuestra delegación a Taiwán honra el compromiso inquebrantable de Estados Unidos de apoyar la vibrante democracia de Taiwán, nuestras discusiones sus los líderes reafirman nuestro apoyo como socio, y promueven nuestros intereses compartidos, incluido el del avance de una relación en la región del Indo-Pacífico que sea libre y abierta”, mencionó Pelosi en Twitter.
Por tanto, sin importar que el mismo presidente de Estados Unidos advirtiera el riesgo que suponía el viaje de Pelosi, la presidenta mantiene su interés en hacer frente a las posturas políticas de China como ocurrió en 1991, cuando protestó en la Plaza Tiananmen de Beijing por las víctimas de la masacre de 1989, en la que un grupo de intelectuales y estudiantes fueron reprimidos con violencia por parte de la República Popular de China al exigir un gobierno democrático.
“Nuestra visita reitera que Estados Unidos apoya a Taiwán: una democracia sólida y vibrante y nuestro importante socio en el Indo-Pacífico…
“La solidaridad de Estados Unidos con los 23 millones de habitantes de Taiwán es más importante que nunca, ya que el mundo se enfrenta a una elección entre la autocracia y la democracia”, “, señaló la presidenta en su cuenta de Twitter al arribar a la isla.
Our visit reiterates that America stands with Taiwan: a robust, vibrant democracy and our important partner in the Indo-Pacific. pic.twitter.com/2sSRJXN6ST
— Nancy Pelosi (@SpeakerPelosi) August 2, 2022
Pero para China, esto puede tomarse como una provocación, ya que si EUA mejora sus relaciones con Taiwán y alienta su autonomía, los intereses económicos y políticos del país se verían afectados al tener a un socio comercial de su mayor rival, a solo unos kilómetros de distancia.
