Un estudio reciente identificó el mecanismo fisiológico por el cual el ejercicio reduce la grasa abdominal.
Una molécula de señalización llamada interleucina-6 es clave en la disminución de la grasa abdominal, de acuerdo con una investigación publicada en Cell Metabolism.
Para llegar esta conclusión, los investigadores estudiaron por 12 semanas a 53 adultos con obesidad. A algunos se les dio tocilizumab, un medicamento que bloquea la acción de la interleucina-6; y a otros, solución salina. Todos llevaron una rutina de ejercicio en bicicleta. Por medio de resonancias magnéticas se evaluó la masa de tejido graso visceral al principio y al final del estudio.
En los grupos que tomaron el placebo, el ejercicio redujo la masa de tejido graso visceral, en promedio, 225 gramos, el equivalente a un 8 por ciento; mientras que quienes tomaron tocilizumab no presentaron este cambio, de hecho, aumentó la masa de tejido graso visceral en aproximadamente 278 gramos; además, se elevó el colesterol total y el colesterol “malo” de lipoproteínas de baja densidad (LDL).
“Por lo que sabemos, este es el primer estudio que demuestra que la interleucina-6 tiene un papel fisiológico en la regulación de la masa grasa visceral en los humanos”, expuso Anne-Sophie Wedell-Neergaard, de la Universidad de Copenhague y co autora del estudio.
Reducir la grasa abdominal no solo sirve para aminorar el riesgo de enfermedad cardio-metabólica, también disminuye la posibilidad de padecer cáncer, demencia, entre otras enfermedades. Es por ello que los investigadores hacen algunas recomendaciones para cuando se realice ejercicio.
“Es importante enfatizar que cuando comienzas a hacer ejercicio, puedes aumentar el peso corporal debido al aumento de la masa muscular. Entonces, además de medir tu peso corporal total, sería útil, y quizás más importante, medir la circunferencia de la cintura para hacer un seguimiento de la pérdida de masa grasa visceral y mantenerte motivado”, recomiendan.
Con información de infosalus.com
