Un ginecólogo de Detroit, el doctor Philip Peven, ha sido acusado de inseminar sin permiso a cientos de mujeres y que, por lo menos cinco de esos bebés, son sus hijos.
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Según informes de medios locales, un grupo de personas descubrió que estaban relacionados a través de una prueba de ADN reciente.
Una de las mujeres, Jaime Hall buscó al doctor Philip Peven, después de los resultados de ADN, apuntó que varios de los hijos de sus pacientes eran hermanos. Dijo que el ginecólogo admitió ser padre de ellos y de “muchos otros” y que lo hizo a través e la inseminación artificial.
Hall le dijo a The Sun que sus padres creían que su donante de esperma era un amigo de la familia.
Phili Peven tiene ahora 104 años y supuestamente estaba llevando a cabo este subterfugio desde antes de la llegada del ADN. Se graduó de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan en 1941 y comenzó a trabajar como ginecólogo en Grace Hospital en Detroit en la década de 1950. Fue un pionero en el campo de la inseminación artificial para parejas que luchan por tener hijos.
Según una historia de la Universidad de Michigan de 2017, Peven estuvo relacionado en un total de nueve mil partos durante su carrera de 40 años en Detroit. Completó su formación médica en el Hospital y Centro Médico Michael Reese en Chicago, y se jubiló en 1987.
Hall dijo que aunque inicialmente estaba en shock por el descubrimiento, no está enojada y, si denunció, fue porque cree que todos los nacidos gracias a la inseminación artificial bajo las órdenes del ginecólogo tienen derecho a saber quiénes son sus padres.
Por ello, está animando a otros pacientes del hospital nacidos entre las décadas de 1950 y 1980 a hacerse una prueba de ADN.
