Ante las expectativas de cómo reaccionarían los mercados este lunes tras la presentación del paquete económico para 2019, el gobierno de AMLO puede dar un respiro de alivio. Por ahora. El peso le ganó terreno al dólar y la Bolsa Mexicana de Valores arrancó el día con un nivel máximo de 41,596 unidades. Sin embargo, la mala racha de Wall Street terminó por arrastrar consigo a los mercados internacionales, incluyendo a la BMV, por lo que ésta terminó con una pérdida de 2.35%.
De acuerdo a El Economista, “el optimismo respecto al Presupuesto 2019 y la debilidad del dólar a nivel internacional fueron los principales factores que ayudaron a la moneda mexicana.” Al final de una importante jornada para el peso, la moneda nacional pudo cerrar con una ganancia de 0.1593 centavos, lo que implica un avance de 0.79%, ubicando al peso en 20.0782 unidades por dólar.
La sobriedad plasmada en la iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación y el proyecto del presupuesto de egresos, así como la promesa de la Secretaría de Hacienda de reconsiderar otras alternativas a la recompra de bonos del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, terminó por tranquilizar a los inversionistas. “Realista y fiscalmente responsable”, fue la conclusión general de especialistas encuestados por El Financiero.
No obstante, los analistas advierten que la estimación del crecimiento anual puede pecar de optimismo exagerado. Mientras el paquete económico estima que habrá un ya-de-por-sí modesto 2% de crecimiento en 2019, Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, indicó que éste podría ser aún menor: “Esperamos un crecimiento de 1.8 por ciento, sobre todo por una desaceleración en la inversión y probablemente del consumo.”
A esto hay que agregarle el colapso de los precios del crudo por sobreoferta, un factor que el cálculo optimista de Hacienda no toma en cuenta:
Suponen un precio del petróleo más alto que el de hoy, cuando los precios vienen reduciéndose y el tipo de cambio es muy probable que sea de poco más 20 pesos,” Luis Foncerrada, presidente de True Economic Talks.
Aunque el peso fue el gran granador de este lunes, la Bolsa no pudo sostener el impulso con el que arrancó la jornada, cerrando con 40,340 unidades. Buena parte de la culpa la tiene Wall Street. Desde los efectos de una guerra comercial entre China y Estados Unidos, al constante incremento de la tasa interés de parte del Sistema de la Reserva Federal y la recién declaración de inconstitucionalidad del Obamacare, todo esto y más han provocado que el S&P 500 se estanque a su nivel más bajo en 14 meses.
Mientras Wall Street se dirige a su caída anual más profunda desde 2008 (Dow Jones cae 2.11%), el resto del mundo debe prepararse para una desaceleración económica global. Esta tarde, en su comparecencia en la Cámara de Diputados, Carlos Urzúa dijo que el paquete económico ofrece “una visión muy realista, muy poco optimista”, pues el entorno económico del país exige una disciplina presupuestaria notable.
