La mascota de una familia es uno de los miembros más queridos y pensar que pueden hacer algún daño no es posible, pero hay casos que lo comprueban, así como le sucedió a una familia en Inglaterra cuando su perro le desfiguró el rostro a un niño. Esta es la historia.
N+ te recomienda: Puebla suma 880 mordeduras de perros durante primer trimestre
Jodie estaba trabajando cuando recibió una llamada de su pareja, quien le alertó de que su hijo Romy estaba herido de gravedad después de haber sido mordido por el perro de la casa: Blizzard.
De acuerdo a lo recuperado por el medio The Sun, Romy y sus hermanos estaban divirtiéndose con unos helicópteros de juguete, mismos que habrían despertado y alterado al can, piensan los padres.
En el momento que sucedió el accidente, el encargado de los menores era el padre, Daniel Griffiths, quien solo se distrajo un momento antes de que su hijo Romy comenzara a gritar.
Daniel encontró a su hijo cubierto de sangre después de que una mordida del perro le atravesara la nariz, dejándole heridas profundas en el rostro, además de afectaciones como fractura de mandíbula y la pérdida de dientes tras el ataque.
“Le fracturó la mandíbula, le arrancó toda la nariz, le arrancó tres dientes de raíz… tuvieron que ponerle cientos y cientos de puntos de sutura, perdieron la cuenta de cuántos”, aseguró Jodie, la madre, quien admite que aún le cuesta asimilar lo sucedido.
Advertencia: La siguiente imagen es de contenido gráfico que puede alterar la sensibilidad del lector.
Fractura de mandíbula y pérdida de dientes sufrió Romy (Foto: The Sun)
Romy fue operado en el Hospital de Birmingham, Inglaterra, en un proceso que duró un total de cinco horas y que obligó al menor a quedarse en el hospital para recuperarse, proceso que continúa al someterse a revisiones conforme ha ido creciendo, pues los médicos temen que la cantidad de puntos recibidos impida que la nariz crezca a la par de él.
Incluso la familia ha sido advertida de que Romy podría necesitar otra operación cuando tenga cuatro años y en su adolescencia, esto para remodelar su nariz y sus fosas nasales de acuerdo a su crecimiento.
Respecto al perro Blizzard, que tiene ocho años de edad y la mayoría de ellos los había pasado junto a la familia de Jodie y Daniel, la policía aseguró que todo se había tratado de un accidente, por lo que podían quedarse con él, pero decidieron que no fuera así, pues la madre aseguró que no le tendría la misma confianza.
“Era un perro tierno y los niños lo querían mucho. Era el mejor amigo de Romy. Al final del día siempre pondré a mis hijos en primer lugar y fue lo mejor para que el perro se fuera y, con suerte, fuera realojado. Nunca habría vuelto a confiar en él cerca de mis hijos, ya no confío en ningún perro”, dijo Jodie, quien espera poder advertir a otras familias sobre el riesgo de tener un perro en casa.
