Inicio  /  Historias
EDUCACIóN

Perrita guía se ‘titula’ en la Facultad de Filosofía de la UNAM

Un perrito guía se graduó esta semana en las aulas de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Karla Mariana Escobar Magallanes recientemente se tituló de la licenciatura en Desarrollo y Gestión Interculturales, pero no lo hubiera logrado sin Yzma, su perrita guía.

Yzma, una alegre labrador retriever, fue entrenada en San Rafael, California, para ayudar a Karla Mariana a transitar en una urbe de más de 20 millones de personas y enfrentar los obstáculos que esto conlleva.

Karla Mariana Escobar Magallanes sonríe junto a su perrita guía, Yzma, tras realizar su exámen profesional (DGCS UNAM)

Es por esto que la UNAM decidió otorgar un título honorífico a la perrita, y anunció en sus medios de comunicación la graduación del binomio estudiante-perro guía, con la tesis Entornos educativos accesibles: buenas prácticas de inclusión en nivel superior a través de la cooperación internacional con enfoque intercultural de estudiantes con discapacidad’.

Al final propongo una guía de buenas prácticas para ser implementadas en la Universidad, mismas que identifiqué a través de la participación y voces de los mismos estudiantes con discapacidad”, explicó Karla.

Karla Mariana comentó que en la UNAM nunca sufrió discriminación, como sí ha ocurrido en otros lugares, como en servicios de transporte privado, centrales de autobuses, clínicas y hasta pastelerías.

Creo que hace falta mucho en nuestro país, porque se deben tener iniciativas que permitan que las personas con discapacidad alcancen todos sus objetivos”, comenta Karla.

Los retos en la vida de Karla e Yzma

Desde los 15 años, Karla Mariana sufre de una enfermedad llamada retinosis pigmentaria, la cual no le permite tener vista nocturna ni periférica, por lo que su emparejamiento con la ineludible labor de Yzma ha sido crucial para obtener el logro de su titulación.

Sin embargo, en 2016, su enfermedad agravó, y tuvo que obtener a Yzma mientras realizaba sus prácticas profesionales, su servicio social y la asistencia de un profesor en la licenciatura.

Lo más complicado para ella, abundó, es no percibir cosas en la periferia, como el tráfico al momento de cruzar las avenidas o evitar chocar con personas cuando van en dirección perpendicular.

Yzma tiene horarios y reglas establecidas que deben respetarse para que pueda trabajar como perro guía, como desayunar y desahogar sus necesidades a las 7 de la mañana, o evitar distracciones y cariños por parte de otros compañeros.

Actualmente existen organizaciones en el mundo que trabajan por el desarrollo de personas con alguna limitación a través del entrenamiento de perros de servicio.

Los perros guía pueden ser de utilidad para personas que sufren discapacidad visual, o de alerta para sordos; algunos otros acompañan a ciudadanos con movilidad reducida o condiciones como autismo, diabetes o epilepsia.

Con información de DGCS UNAM