Tres organizaciones no gubernamentales advierten que peligra la vida de Zhang Zhan, periodista encarcelada por el gobierno de China tras documentar el brote inicial de la COVID-19 en Wuhan. La salud de la periodista se ha deteriorado debido a una huelga de hambre iniciada en prisión.
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La Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH) y Amnistía Internacional (IA) han denunciado el peligro en que se encuentra Zhang Zhan. La periodista fue detenida en mayo del 2020 y condenada en diciembre de ese mismo año a cuatro años de prisión, acusada de “provocar altercados y crear problemas”.
Estos cargos suelen aplicarse a los periodistas y activistas críticos del gobierno chino. En septiembre del 2020, Zhang Zhan comenzó una huelga de hambre que ha deteriorado su salud y que la ha puesto “en grave riesgo de morir en prisión”, según el comunicado de AI.
“Las autoridades chinas deben ponerla en libertad de inmediato para que pueda poner fin a su huelga de hambre y recibir el tratamiento médico que necesita”, según advierte el comunicado de AI.
Centro de vacunación en China. (Fuente: EFE)
A inicios de la pandemia, Zhang Zhan se trasladó de Shangai a Wuhan con el fin de documentar el brote de coronavirus. La periodista cubrió el fuerte confinamiento al que se sometió la ciudad, además de las condiciones en que se atendía a los contagiados.
Los materiales recabados fueron compartidos en WeChat, además de dos plataformas occidentales prohibidas en China: YouTube y Twitter. Durante su juicio, Zhang pidió no ser censurada.
“Zhang fue a juicio por tratar de contar lo que estaba sucediendo en Wuhan en medio de una fuerte opacidad gubernamental sobre la pandemia. Es un vergonzoso ataque a los derechos humanos”, afirma AI.
El grave deterioro en la salud de la periodista ha motivado que su familia declare que “no espera que vaya a sobrevivir al invierno”. En julio del 2021, la periodista fue hospitalizada; según sus familiares, Zhang Zhan fue atada a la cama y se le alimentó a la fuerza.
Habitantes de Pekín con cubrebocas. (Fuente: EFE)
Sus familiares denuncian que desde su encarcelamiento solo han podido contactar con Zhang en tres ocasiones a través de llamadas y videoconferencias.
“Estamos profundamente preocupados por el estado de salud y el riesgo de muerte que corre Zhang, por lo que pedimos a las autoridades que sea liberada inmediata e incondicionalmente, dándole el tratamiento médico adecuado”, concluye el comunicado de OMCT y FIDH.