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CRIMEN Y SEGURIDAD

Pedófilo de 98 años muere de coronavirus en prisión días antes de su cumpleaños

Stowe agredió en 1970 a una entonces niña de entre cinco y tres años de edad

Christopher Stowe, un hombre de 98 años de edad, fue sentenciado a prisión por abusar de una menor en 1970. A unos días de su cumpleaños, el día de Navidad, murió de COVID-19 en la cárcel

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Los abusos sexuales cometidos por Christopher Stowe durante 1970 le valieron una condena a prisión. Aunque tuvieron que pasar 50 años para que este hombre fuera sentenciado, en abril de 2020 su víctima por fin obtuvo justicia.

Al ser uno de los prisioneros más viejos de Gran Bretaña, Stowe formó parte de la población vulnerable a un contagio por COVID-19, mismo que le causó la muerte a días de su cumpleaños número 99, el próximo 25 de diciembre.

La jueza que estuvo a cargo de su sentencia, Sara Buckingham, afirmó que era muy probable que Stowe falleciera en prisión, sin embargo nadie imaginó que la causa sería el SARS-CoV-2.

Christopher Stowe era originario de Convetry y allí cometió la violación de una niña de entre tres y cinco años de edad. Cuando en 2020 fue llevado al tribunal, se dictaminó que pasaría seis años en prisión.

La hoy joven víctima de este sujeto dijo en su declaración que Stowe le arruinó la vida y la infancia, que sus ataques la volvieron una persona vulnerable que pasó sus días “sintiéndose inútil y sucia”.

En 2019, Stowe admitió sus delitos y aceptó que era una “indecencia grave” el haber abusado de tal forma de una niña. Su abogado, Adam Wester, dijo durante la audiencia de aquel entonces que Christopher era “un hombre que llegaba al final de sus años y no planeaba hacerle daño a nadie“, siendo por tal motivo que “no representaba una amenaza para la sociedad”.

“Es alguien que se ha rehabilitado a sí mismo”, señaló.

Explicó también que “no se trataba del mismo hombre que hacía 50 años había cometido los graves delitos de los que se le acusaban” y que “sus expresiones eran una muestra de vergüenza, remordimiento y contrición.”

“Este es un hombre física y mentalmente frágil. La prisión lo presionaría mucho más que a otros presos.Sería vulnerable a la intimidación, y eso reduciría su ya corta esperanza de vida“, añadió Wester.

En 2017 Stowe presentó una insuficiencia cardíaca y los especialistas señalaron que podría padecer cáncer de piel. A inicios de diciembre 2020 fue llevado al St Mary’s Hospice en Selly Park.