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FAMILIA

Desarrolladores de vacuna Pfizer/BioNtech son una pareja migrante; conoce su historia

Ugur Sahin y Ozlem Tureci demuestran con su historia y vida personal que no hay fronteras cuando se busca el bien común y propio

La vacuna de Pfizer y BioNTech contra el COVID-19 posee una particularidad única más allá de sus propiedades clínicas y es que fue desarrollada por una pareja de migrantes, Ugur Sahin y Ozlem Tureci. Esta es su historia y los obstáculos ante los que se enfrentaron antes de su gran aporte a la ciencia y salud humana.

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Una pareja de migrantes está conquistando el mundo, no solo porque el desarrollo de su poderosa vacuna podría frenar la pandemia por COVID-19, sino porque a pesar de cientos de peripecias le ofrecen una esperanza a la humanidad.

Ugur Sahin y Ozlem Tureci han dedicado su vida a la oncología y el estudio de las enfermedades infecciosas. Desde hace años destacaron  como pioneros en tratamientos de inmunoterapia personalizada para pacientes con cáncer y, después de que el COVID-19 se propagara por el mundo, unieron sus esfuerzos para crear una vacuna.

Sus investigaciones en el campo del código genético modificado los puso en la mira de la comunidad científica y así, en cuestión de meses, se convirtieron en los desarrolladores de la primera vacuna eficaz contra el COVID-19.

Con 55 y 53 años, Sahin y Tureci han pasado sus días establecidos en la ciudad de Mainz, Alemania. Allí llegaron en 2018 y montaron BioNTech. Con el brote del SARS-CoV-2, la gigantesca farmacéutica Pfizer, originaria de Estados Unidos, vio en su vacuna una alternativa efectiva para combatir al virus, pues resultó 90% más poderosa que otras.

La vacuna de BioNTech; única en su clase

Entre las particularidades de esta vacuna, destacó una tecnología nunca antes aprobada que llama al ARN mensajero, o ARNm, para que provoque una respuesta inmunitaria en las personas que la portan.

La noticia para esta pareja fue un mensaje no solo de esperanza y entusiasmo para ella y su compañero, sino para todo el mundo.

“Creo que el buen mensaje para la humanidad es que ahora entendemos que las infecciones por COVID-19 se pueden prevenir con una vacuna”, declaró Sahin a medios locales, mientras que el director de Pfizer, Albert Bourla, señaló que este “es el mayor hallazgo médico en los últimos 100 años”.

De migraciones y nuevos caminos

Sahin y Tureci son médicos capacitados que establecieron su primera compañía en 2001 bajo el nombre de Ganymed Pharmaceuticals. Su objetivo era el de desarrollar anticuerpos que combatieran al cáncer y quince años después de comenzar sus investigaciones lograron vender sus estudios por 1,400 millones de dólares.

Ugar Sahin es el director ejecutivo de la compañía mientras que Tureci se encuentra en el puesto de directora médica. Ambos figuran entre las 100 personas más ricas de Alemania, según el Welt am Sonntag y su compañía es cotizada en 25,720 millones de dólares.

En mayo de 2020 sintieron un fuerte llamado de vocación al servicio por el trágico escenario que enfrentaba el mundo con la propagación del COVID-19. Decidieron entonces “brindar algo a la sociedad” y así, el trabajo realizado durante dos décadas se enfocó en hallar una cura contra el malestar provocado por el SARS-CoV-2.

El origen de Sahin se remonta a Turquía, donde nació. A los cuatro años de edad se mudó de Iskenderun hacia Colonia, en Alemania, pues su padre obtuvo trabajo dentro de una fábrica local del Ford.

Años más tarde conoció a Tureci, quien era hija de un médico que también provenía de Turquía. En la universidad, cuando ambos comenzaban su carrera profesional y vida académica, se volvieron una pareja.

La investigación por encontrar una cura contra el cáncer los unió en una pasión donde no solo compartían la atracción mutua y el amor al otro, sino la búsqueda por el bien colectivo. De acuerdo con Reuters, el día de su boda comenzaron sus trabajos clínicos.

La unión con Pfizer

En enero, luego de leer lo que sucedía en Wuhan por el COVID-19, Sahin “dio el ‘pequeño paso’ de los medicamentos de ARNm contra el cáncer a las vacunas virales basadas en ARNm”, como lo informa la agencia Reuters.

BioNTech anunció entonces a 500 miembros de su personal para trabajar en el proyecto y finalmente surgió una asociación con Pfizer. El enfoque de esta vacuna “utiliza material genético, ARNm, para engañar a las células para que produzcan fragmentos de proteína que parecen partes del virus”, como lo explicaron en CNN, lo que hace que el sistema inmune aprenda a reconocer y atacar estos fragmentos.

El objetivo, ahora que se desarrollan ensayos en la fase 3 de esta vacuna, es aumentar la producción de esta solución, por lo que se espera llegar a fabricar hasta 1,300 millones de dosis para finales de 2021.

Después, ambas farmacéuticas planean solicitarle a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. la autorización del uso de emergencia de la vacuna. Se espera que dicha solicitud suceda en la tercera semana de noviembre 2020.