Inicio  /  Historias
ENTRETENIMIENTO Y ESPECTáCULOS

Pareja burla al COVID-19 tras irse a vivir a una isla remota sin luz ni agua

La pareja encontró el anuncio en internet y tomó la decisión de mudarse a la isla

Durante más de un año el COVID-19 ha azotado y preocupado prácticamente a todo el mundo; sin embargo, existen historias de personas que han lograron evitar el virus, tal es el caso de Luke y Sarah Flanagan, una pareja que se fue a vivir a una isla casi desierta en donde no han tenido la preocupación de contagiarse.

Te recomendamos: Las remotas y paradisiacas islas del Pacífico que han esquivado al COVID-19

El 14 de marzo de 2020, dos días antes de que el Reino Unido entrara a un primer confinamiento por el coronavirus, Luke y Sarah se mudaron a la isla Owey, ubicada en la costa oeste del condado de Donegal, Irlanda.

Sin conocer el impacto que tendría el COVID-19 en el mundo, la pareja originaria de la ciudad de Leeds, pero que vivía en Escocia, tomó la decisión de ir a la isla Owey con el objetivo de tener un ritmo de vida más lento por un tiempo.

“Ha sido realmente extraño escuchar todo lo que está sucediendo. No hemos tenido que preocuparnos por el distanciamiento social. El ritmo de vida es muy lento pero es encantador, pasamos nuestros días paseando con los perros, cultivando nuestra propia comida y aprendiendo nuevas habilidades”, mencionó Luke, quien es carpintero.

Luke y Sarah han vivido este tiempo en una pequeña casa en la que utilizan fogatas de carbón para mantener el calor, un tanque que sirve para recoger el agua de lluvia botellas de gas para cocinar y paneles solares que les ayudan a cargar sus dispositivos electrónicos.

La pareja del Reino Unido tomó la decisión de mudarse a la isla Owey después de descubrir un anuncio en internet que les permitía vivir en una casa de campo, lo cual consideraron como una oportunidad que era difícil de dejar pasar.

De acuerdo a Luke, el propietario quería demostrar que es posible pasar una temporada de invierno completa en el lugar, esto con el objetivo de alentar a otras personas de hacer lo mismo en un futuro.

Durante su estancia, la pareja sí tuvo compañía, pues otros residentes llegaron a la isla mientras se acercaba el verano en 2020 y estos les enseñaron técnicas para poder sobrevivir a las condiciones del lugar.

“Tan pronto como empezó a llegar el otoño todos se fueron y nos quedamos solos, afortunadamente estábamos bien preparados para sobrellevar la situación gracias a la ayuda de otras personas”, aseguró Luke.

Hasta enero de 2021, época en la que la historia de los Flanagan se viralizó en redes y logró relevancia internacional, no se había precisado hasta cuándo Luke y Sarah permanecerían en la isla. Sin embargo, este tiempo les ha permitido adquirir habilidades y resaltar aspectos de la vida que anteriormente no hubieran podido hacer

“Hemos aprendido mucho y tenido experiencias que nunca hubiera imaginado, desde aprender sobre el mar, pesca y barcos hasta la crianza de nuestros propios animales. Ha sido genial saber cuántas cosas materiales no necesitas realmente”, dijo Sarah, quien es trabajadora social.