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¿Realmente una pareja adoptó a una mujer de 22 años como si fuera una niña?

Una versión diferente muestra que los padres adoptivos de la niña habrían modificado su edad

Pese a que en redes sociales circuló el rumor de una pareja que adoptó a una supuesta niña de ocho años, que se creyó era una mujer adulta de 22 años, esta historia tiene otras perspectivas que han causado diversos comentarios en internet.

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En el año de 2010, una pareja conformada por Kristine y Michael Barnett declaró haber adoptado a la pequeña Natalie, una niña de 8 años, pero luego la abandonó, ya que según ellos, la pequeña era una mujer con displasia espondiloepifisaria congénita, un tipo de problema motriz que afecta el desarrollo físico de las personas; y trató de asesinarlos.

Al estar convencidos de que la niña era una mujer, y tras rechazar los estudios proporcionados por especialistas en los que se decía que la edad correcta de Natalie eran 11 años, la pareja logró alterar sus documentos legales y la hicieron pasar por una adulta de 22 años, añadiendo que presentaba una serie de características físicas que comprobaban el engaño.

Sin embargo, según lo marcan estudios, este tipo de displasia, presenta síntomas como aumento en procesos hormonales -provocando la presencia de la menstruación a una edad temprana-, y afectaciones a nivel oseo, como hipertrofia mamaria virginal, aumento global del desarrollo ponderal y displasia ósea, que podrían resultar extraños en el cuerpo de una niña, por lo que las señales que Kristine interpretaba como pruebas de una falsa madurez, en realidad eran repercusiones de la enfermedad.

En septiembre de 2012, Kristine declaró que la menor trató de asesinarla, algo que hizo que ella y su pareja decidieran internarla en un psiquiátrico para tratar su repentino temperamento.

Luego de que la menor quedara bajo tutela médica, se estima que en aquel mismo año la pareja enfrentó una situación en la que vivieron algunos días de fama. Gracias al talento que su hijo con autismo mostró para las matemáticas, Kristine publicó un libro sobre la maternidad y este trastorno, mismo que le valió que en 2014, Jacob Barnett, el niño, fuera invitado al Instituto Perimeter de Física Teórica en Canadá.

Motivados por la mudanza, la familia viajó al norte con el hermano adoptivo de Natalie, pero sin ella, quien se quedaría en un apartamento en la ciudad de Lafayette, pagado por sus padres por lo que restaba del año.

Cuando llegó el final del contrato de renta, la joven fue arrojada a la calle y dejó de ir a la escuela. Sus compañeros y directivos, al notar su ausencia, dieron aviso a las autoridades, quienes tomaron el caso de la vida de la menor, su adopción y la separación con sus padres adoptivos, trayéndola a la agenda mediática por segunda ocasión.

Sus vecinos, al verla en condiciones precarias, sin zapatos, con hambre y viviendo en el pórtico de su antiguo hogar, dieron a conocer la noticia del abandono por parte de sus padres, por lo que tal como lo muestran medios locales de Indiana, fue allí cuando Natalie relató su historia y fue adoptada por una familia de la comunidad.

Ahora ella tiene 10 años, pero ante las autoridades aparece de 30 por los documentos modificados. Barnett, su antiguo padre adoptivo, ha cooperado con ella luego de divorciarse de Kristine, diciendo que, efectivamente, él y su expareja cambiaron la edad de la niña.

Por su parte, Kristine se mantiene firme en la versión de los hechos que marcan a Natalie como una mujer adulta y, hasta el momento, se sabe que la sentencia para los Barnett por negligencia infantil sigue su proceso.

 

Con información de El Confidencial