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ARTE Y CULTURA

El papa Francisco pidió no condenar a los niños y niñas homosexuales

El papa Francisco hizo declaraciones ambiguas sobre la homosexualidad en la infancia: por un lado, pidió a las familias no condenar a los niños y niñas homosexuales; por otro, recomendó no descartar la atención psiquiátrica en ciertos casos.

No condenen. Dialoguen. Entiendan, otorguen al niño espacio para que él o ella pueda expresarse”, solicitó el papa.

El Alto Prelado agregó que los padres de niños homosexuales no deben ignorar la orientación sexual de sus hijos ni correrlos de la casa. En cambio, les recomendó rezar, hablar e intentar entender. El papa Francisco indicó que siempre ha habido gente homosexual o personas con tendencias homosexuales. Añadió que en algunos casos será necesario buscar atención psiquiátrica para los niños, si es que comienzan a presentar actitudes preocupantes. Sin embargo, el caso es distinto si la persona ya es adulta, pues es capaz de determinar cuáles son sus necesidades médicas.

Ignorar a los niños no es una opción viable, sostuvo el papa, porque eso muestra una incapacidad para ejercer las responsabilidades que conlleva la paternidad o la maternidad. Todos los niños tienen derecho a su familia y nadie puede expulsarlos de ella.

Las palabras del sacerdote fueron tomadas a mal por varias asociaciones francesas de la comunidad LGBT+ en relación a la recomendación de asistencia psiquiátrica, ya que eso podría sugerir que la homosexualidad es una enfermedad mental. Desde 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de considerar la homosexualidad una enfermedad y, en 2018, propuso despatologizar también la transexualidad.

En respuesta a la polémica generada, se modificó el texto oficial de la conferencia en la que el papa dio este comunicado y se suprimió la palabra “pisquiatría”. Un portavoz del Vaticano explicó que la modificación pretendía conservar el sentido original de la idea del papa. Según se aclaró posteriormente, el papa Francisco se refería a que es importante no descartar el acompañamiento psicológico en algunos casos.

El mismo papa Francisco reconoció en una ocasión haber asistido a una terapia psicoanalítica durante los años más recios de la dictadura argentina. En cuanto a la homosexualidad, la postura del Sumo Pontífice no es clara: hay testimonios que aseguran su plena aceptación de la homosexualidad como algo que no justifica la exclusión de las personas. En contraste, la postura oficial de la Iglesia Católica es que la homosexualidad no es algo deseable: dentro de esa institución las personas del mismo sexo no pueden contraer matrimonio y quienes confiesen ser homosexuales no pueden ejercer el sacerdocio.